capitulo 4

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pov (tn)

Justo cuando la charla se volvió animada entre galadriel y yo, alguien tocó la puerta.

-¿puedo pasar?- era la inconfundible voz de legolas.

- tancave (por supuesto)- respondió galadriel en elfico, y se abrió la puerta. 

 Todavía no tengo noción de su vocabulario así que sus palabras no logro comprenderlas.

Entró a la habitación y en su mano traía unas prendas de un tono melocotón claro. Me dedico una radiante sonrisa, y se acerco a nosotras.

-Se la pasaron bien al parecer- dijo, a lo cual Galadriel y yo nos miramos y soltamos una leve risa de afirmación- Como ya es de noche y  ninguna salia mi padre me ha enviado a avisarles de la cena.- dijo con un tono divertido.

-Tienes razón, me retiro así puedes darle sus indicaciones- le dijo Galadriel a Legolas para después despedirse de mi con un grácil gesto de muñeca en señal de despedida.

Cuando salio de por la puerta dejándonos solos, Legolas se sentó a los pies de la cama. 

-¡Hasta sentado es más alto que yo!-dije para mis adentros.

Extendió su mano hasta tocar mi mejilla y la acaricio con gentileza
- ¿Te encuentras mejor?, lamento que te hallas sentido tan incomoda, yo....- interrumpí su parloteo

-Estoy perfectamente bien- coloque mi mano sombre la suya que aun tocaba mi mejilla. La mía quedaba considerablemente pequeña sobre la suya, la cual ocupaba casi todo el lateral de mi rostro- Ahora comprendo muchas cosas, y bueno parece que tendré que quedarme en este mundo un tiempo más- dije con un tono divertido.

-Es lo que menos menos podría molestarme- dijo con dulzura- se nos hace un poco tarde- volvió a hablar pero esta vez soltando su mano de la mía con gentileza- allí esta el cuarto de baño, puedes asearte- señaló una de las dos puertas que anteriormente me habían dado tanta intriga- y aquí te traje algo que puedes usar, aunque te quedará un poco largo-afirmó soltando una risa a lo cual me hice la ofendida oprimiendo mi pecho.

-¡Auch! eso es un golpe bajo para alguien de tu altura- contra ataque, a lo cual ambos reímos.

Me ayudo a salir de la cama.  Aunque claro que podía hacerlo sola, pero él no quería que hiciera mucho esfuerzo con mi pierna.

-¡Ni que la tuviera quebrada!- replique fingiendo enfado. Obviamente me ignoro y me guió hacia una de las puertas, y al abrirla no pude evitar soltar- ¡madre mía! es belicismo.

Era tan grande y espacioso que me dejo en shock. En mi vida nunca había visto un baño como ese, era al estilo romano, sin perder su toque elfico. Los muros contaban con detalles en plata y dorado. El suelo era de piedra pulida, dejando a la vista betas de la misma en distintos tonos. Pero lo que más me impresiono era lo que había en el centro. En medio de la habitación se alzaban 4 enormes columnas que parecían troncos de arboles, y se fundían en el alto techo, dejando en el centro de estos una enorme bañera, a la cual se accedía subiendo unos escalones de piedra ámbar pulida al igual que el suelo. 

-En tu habitación cuentas con uno igual- dijo Legolas divertido por la cara que había montado- ten- me tendió el vestido, el cual agarre.

-Gracias por todo esto la verdad- dije abrazándolo. Me recordaba tanto a mi hermano que hacia que mi corazón se estrujara.

-Ya pequeña, todo estará bien lo prometo- dijo correspondiéndome el abrazo, y acariciando mi cabello.

A los pocos minutos me separe limpiando el rastro de unas lagrimas que había dejado salir inconscientemente. Legolas solo se limito a darme un beso en la coronilla.

¿Esto es real? (thranduil y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora