capitulo 5

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pov (tn)

Me desperté cuando alguien toco gentilmente a mi puerta. Me incorpore rápidamente, quedando sobre mis glúteos, aun con las finas sabanas cubriendo parte de mi cuerpo.

-Adelante- dije alegremente esperando que sea Legolas. Pero no fue así, era una criada del rey, la cual venia a informarme que en unos momentos sería servido el desayuno.

Luego de aquello, levantándome perezosamente de la cama me dirigí hacia el armario tomando un vestido azul, con encaje y bordeados en plata. Lo lleve conmigo hacia el baño, donde me lave la cara, cepillé mis dientes, y dispuse a poner el vestido junto a sus correspondientes zapatos. Y para finalizar me cepille mi cabello.

Y lista baje yo sola al salón comedor. Encontrándome allí con Galadriel, Thranduil, Legolas y los sirvientes que repartían la comida. Les dedique a todos una amplia sonrisa.

-Buenos días, disculpen la demora- dije sentándome en el mismo lugar donde lo había echo la noche anterior, frente al gran Rey elfo. Quien dedicaba una apenas notable sonrisa, en mi dirección.

-No hay problema, nosotros también acabamos de llegar- contestó rápidamente Legolas.

-Pues, como ya estamos todos, procedamos a desayunar que el día es largo- proclamó Galadriel. A lo cual todos asentimos y nos dispusimos a comer tranquilamente.

En medio del desayuno hablábamos de cosas triviales, hasta que Galadriel me informó de algo que me dejó totalmente desconcertada.

-(Tn). Cuando vallamos a Rivendel, Elron te enseñara de la historia elfica y humana junto a su  respectivo lenguaje, ademas de otros temas que podrían ser de tu agrado- me decía todo esto mentalmente. Pero eso yo ya lo sabia- vivirás allí durante unos meses. Pero luego te iras a Erebor a estudiar con los enanos. Ya hable con Thrain rey bajo la montaña, y este gustoso acepto acogerte en su morada. Pero tienes que tener en claro que no puedes contar deliberadamente tu propósito en este mundo, ya que el mal asecha en quien menos te lo esperas.

Aunque me costara procesar todo lo que estuviera pasando asentí.

Después de que acabáramos nuestras charlas y nuestro desayuno, me dispuse a ir a mi habitación. Quería recorrer el bosque, era algo que me fascinaba totalmente. 

No parecía muy cómodo caminarlo con vestido así que busque en mi bolsa el par de conjuntos de ropa  que tenia dentro. Saque de allí una calza 3/4 negra azabache lisa que se amoldaba a mis anchas piernas y cadera, además me puse una musculosa blanca pegada a mi cuerpo ya que así me sería más fácil moverme.  Mi dilema empezó cuando recordé que no tenia mis zapatos deportivos, así que urge entre los que tenía en el armario y me puse los más bajos que había, los cuales semejaban bastante a unas zapatillas. Finalmente recogí mi cabello en una media cola dejando unos mechones de pelo a cada lado de mi cara a modo de flequillo.

Ya lista me dispuse a salir, cuando en los pasillos me encontré a Thranduil quien parecía dirigirse a su despacho. Este me miro sorprendido por las pintas que llevaba.

-¿A donde vas?-  se detuvo frente mio y me pregunto con su voz fría como, al parecer, era común en él.

-Me dirigía hacia el bosque, quiero dar un paseo antes de centrarme en mis actividades de la tarde su majestad-respondí a la brevedad, y un tanto nerviosa por lo que pudiera pasar.

-Esta bien, pero la escolta te acompañara- contestó. Habló en elfico llamando así a un grupo de 3 elfos, los cuales tenían una vestimenta igual a la de Legolas cuando lo conocí, solo que arriba contaban con un especie de chaleco  de metal.

No hubo mucha interacción por parte de ninguno de los dos en lo que él le daba indicaciones a los elfos. Y así se fue, no me dijo nada más. 

Girando sobre mis talones me encaminé hacia afuera del castillo, con la pequeña escolta detrás de mi.

¿Esto es real? (thranduil y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora