006. Y aquí íbamos otra vez.

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- Oh, sí, Hoseok... - gimió una voz femenina subida de tono en la habitación de al lado.

Y le di otro mordisco a mi chocolate.

Había pasado aproximadamente una hora desde que había perdido a Min-Ki. La tal Hye Rin había llegado, y ahí estaban en la habitación de Hoseok, haciendo "la tarea". Bajé al primer piso para distraerme y ver de paso si encontraba a Min-Ki. Pero no lo encontré y además de comer no había mucho tampoco. Terminé subiendo a mi habitación y comiendo una barra de chocolate que tenía en mi bolso.

Y nuevamente a la actualidad.

Era asqueroso escuchar todo lo que ocurría en la habitación de al lado, sinceramente. Palabras que no conocía, términos que hubiera preferido no conocer, gemidos subidos de tono, y lo fuerte que se escuchaba la cama crujiendo.

Asqueroso.

Y menos me quería imaginar la imagen.

Intenté de distraerme estudiando, pero en realidad nadie se podía concentrar con tanto grito de la habitación de al lado. Enserio. Los chillidos de Hye Rin eran irritantes. Pff, tarea... tarea sus bragas.

Terminé mi chocolate, me levanté de mi cama y fui al baño para botar el paquete. Desde el baño no se oía nada, gracias a Dios (o a la gran pared, como lo prefieran). Boté el papel de chocolate al basurero y me quedé en el baño un rato más, esperando que los gritos cesaran.

Luego de que ya había pasado quince minutos encerrado en ese baño, salí esperando encontrarme con un silencio total. Pero no, mis oídos se encontraron con lo contrario: más gritos.

¿¡Qué onda ellos!? ¡Ya llevaban veinte mil horas haciendo "la tarea"! No podía creer que se demoraran tanto. ¿¡Qué rayos...!?

Pero luego escuché mejor. No eran gritos de "tarea", eran gritos de... ¡MIN-KI! Maldición, Hye Rin gritaba de miedo, no de placer. Estaba seguro de que era obra del gato, siempre las mascotas eran las que hacían el desastre. Eso o que Hoseok había metido la pata en la cita.

Salí de mi habitación rápidamente y corrí a la habitación del simio, aunque el trayecto hasta su habitación era corto, por lo que no me costó llegar.

Sin pensar, como hacía Hoseok la mayoría del tiempo, abrí la puerta de la habitación sin permiso.

Tapé mi boca para reprimir una carcajada.

Imagínense: Hye Rin estaba ahí, recostada en la cama con la camisa de Hoseok sobrepuesta para cubrirla, mientras luchaba con Min-Ki, intentando alejarlo de ella y de su hermoso cutis. ¡Era tan gracioso!

Solté una carcajada inevitablemente al ver que Hoseok estaba allí intentando sacar a Min-Ki también. Dios, definitivamente ese gato parecía que hubiera nacido para cumplir con la misión de acabar a Hye Rin y a su hermoso cutis.

Reí nuevamente pero un poco más alto y la mirada del simio se clavó en mí.

Mierda.

- ¿¡Qué te sucede!? ¿¡No estabas cuidando a Min-Ki!? ¡Te dije que te encargaras de él! - me gritó él enfadado acercándose cada vez más a mí, dejándome ver su rostro y cuerpo más claramente.

Intenté ignorar el show que ocurría a las espaldas de Hoseok, que consistía en que Hye Rin completamente sola intentaba zafarse de las garras del gran y furioso gato Min-Ki, y le presté toda mi atención al simio idiota. Respondí activando mi escudo de defensa: griterío.

- ¿¡Qué me sucede a mí!? ¡Será qué te sucede a ti! ¡Tú estabas aquí haciendo "la tarea" a plena luz del día! Además, Min-Ki desapareció el muy maldito gato ninja y no volvió a aparecer... hasta ahora - dije en un tono un poco más bajo el final de la oración.

viviendo con el nerd ✦ hopevDonde viven las historias. Descúbrelo ahora