Caminaba por las calles de la ciudad, la luz del horizonte bajando con forme el tiempo pasaba, la luz se escabullía en sus cabellos mirando la gran estrella frente de el, suspiraba, pensaba y esperaba que al final del día encontraría el camino correcto para seguir con su vida y sentirse libre consigo mismo, con sus auriculares caminaba observando todo a su alrededor, emocionado ese sentimiento escabullirse en lo dentro de su corazón, mirando a lo lejos comenzó a correr sintiéndose uno con el viento este topaba con su rostro. Abriéndose paso la noche
Todo en su vida estaba apunto de cambiar...
Amanecer entre oscuridad.
"...el túnel..."
Cuando buscaba oscuridad la encontraba.
Cuando buscaba luz solo la oscuridad me alumbraba.
Cuando buscaba una salida solo un laberinto me rodeaba.
—Cuando te buscaba a ti, tú ya no estabas—
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¡No puedo creer que aunque tenga casi 200 años, aun deba obedecer a mis padres como si fuera un estúpido niño de kínder!
Qué flojera me da mi patética vida, pero no tan patética como la del imbécil de Jeon, al menos. La verdad es que no entiendo a mi madre ¿para qué se toma la molestia de querer que lleve una vida normal? ¿Acaso es una broma de mal gusto o qué? ¿Cómo se supone que lleve una vida normal si soy un monstruo de cientos y cientos de años que se alimenta de las personas que lo rodean?
¡Bah!
Qué ridícula es la idea de mi madre ¡La verdad es que es imposible que sea como cualquier humano cuando claramente me alimento de ellos! Es simplemente absurdo que mi padre también me pida lo mismo, se supone que los humanos deben ser mi comida no mis amigos como ha sido durante siglos y por mi parte no pienso cambiar ni por mi familia ni por nadie; aunque en estos últimos años mi familia ha estado huyendo de cuidad en ciudad por mi culpa (o mejor dicho por culpa de mi gran apetito)
solo diré que hasta hace unos meses atrás vivíamos tranquilamente en Nueva Orleans, hasta que decidí probar la sangre del alcalde de ese pequeño pueblo, hacer eso fue una total estupidez (lo admito) pero jamás me imagine que empezaran a sospechar sobre la presencia de criaturas malignas como por ejemplo "sobre la presencia de vampiros en su amada cuidad" por ese motivo toda mi familia tuvo que huir antes de que nos descubrieran y fue así como nos terminamos mudándonos a esta nueva ciudad, y por ese motivo también mi bastardo hermano gemelo terminó odiándome, porque al irnos de Nueva Orleans tuvo que terminar con la estúpida y sin gracia de su noviecita, por otro lado su odio hacia mí me importa una mierda porque realmente dudo que me odie más de lo que yo lo odio a él. Además el que nos mudemos a otra ciudad tiene su lado positivo; nueva escuela, nueva vida, nuevas víctimas que devorar, y teniendo en cuenta que mi padre me quitó por todo un maldito día mi anillo solar, no pude salir de casa, y por ende no me pude alimentar como debería y en estos momentos me estoy muriendo de hambre hasta pareciera que he estado toda una vida sin beber un poco de sangre.
¡Diablos!
Como detesto a mi padre por haberme quitado el anillo que me hace inmune al sol (anillo que me regaló mi abuelo por cierto) después de haber estado tanto sin comer siento como las ganas de morder a quien sea intentan dominarme, y para mi suerte hoy es mi primer día de clase y como de costumbre no falta la imbécil que se derrite con solo verme, después de todo no es nada nuevo teniendo en cuenta que poseo juventud eterna y soy casi inmune a la muerte; sin perder mis ganas de devorar a quien sea, poso mi mirada sobre una castaña muy hermosa, lástima que en estos tenga más ganas de comer que de tener sexo, de lo contrario la podríamos pasar de maravilla. Me acerco a el con una de mis mejores sonrisas y le entrego el folleto amarillo que se le acaba de caer.
