CONTENIDO +18 Mucha precaución por favor
Ambos cuerpos siguen cediendo de más y más entrega, de más pasión, de un fuego absoluto y devastador como esas mismas miradas que ahora los dos se dedican porque quieren fundirse en la piel ajena, quieren formar uno solo y sus ojos llenos de deseo así lo demuestran. Y con todos esos sentimientos carnales asfixiándolos ellos están dispuestos a ceder al ruego del fuego, que los quema por dentro.
el lo mira con ganas de él, de la misma forma casi enfermiza que el otro solía mirarlo antes de hacerla suyo, y Hoshi muy en el fondo lo sabe pero al desconocer toda la verdad se deja llevar por el momento, por lo que siente y sobre todo por lo que necesita y lo que necesita está delante de él comiéndoselo con la mirada y reprimiendo las ganas de someterlo como seguramente lo haría Mingyu pero él no quiere ser su hermano. Quiere ser completamente diferente con el y así lo será.
Ambos permanecen sentados, sobre el borde de la cama, esperando la aprobación del otro para amarse en cuerpo y alma. Wonwoo sabe cuánto desea probar nuevamente sus labios y hacerlo suyo pero no se deja llevar por el instinto, actúa con cautela, y con suavidad coloca su mano, derecha, en el rostro ajeno logrando así que Hoshi se estremezca, al percibir lo frío que está aquella piel que tanto anhela saborear, pero no hace comentario alguno al respecto y solo observa con inocencia como aquellos ojos azules lo miran con un deseo limpio, con un anhelo carnal sano y eso lo llena de odio porque no está acostumbrado a probar ternura en nadie, no busca compasión en cada relación sexual, busca dolor, aquel mismo sufrimiento que solo una persona le provocaba, aquel suplicio que tanto placer le proporcionaba, entonces lo sabe: debe hacer que Wonwoo pierda la razón para conseguir de él lo que busca. Hará lo que tenga que hacer para sentir dolor e incluso matarlo de deseo para que él (indirectamente) le haga daño, mucho daño.
Le sonríe, y en esa expresión tan angelical hay una gran hipocresía, oculta, porque quiere empezar a torturar a su víctima. Le sonríe con locura que él no percibe porque recuerda, recuerda alguna de las marcas que posee en su cuerpo y que casi no se ven, sonríe porque sabe que esas cicatrices se las ha provocado Mingyu. Él si lolastimo sin ningún remordimiento sobre su conciencia y quiere encontrar en Wonwoo al Mingyu que tanto daño físico le provocó ¡Ya! ¡Ahora!
Se pone de pie, luciendo como un ángel divino, y comienza a desvestirse frente a la única persona, que a parte de el, está en la habitación; se quita la piyama con total natalidad y dándose su tiempo para desprenderse de cada prenda hasta quedar completamente desnudo frente a los orbes negros que ahora lo miran con absoluta admiración, Wonwoo contempla con fascinación como él no ha mostrado ningún sonrojo o pudor por estar completamente desnudo frente a él y mientras sus ojos la miran de la cabeza a los pies, estudiándolo detalladamente Hoshi recuerda las palabras sucias de aquel otro, que el aun desea con todas sus fuerzas.
«Quiero que puedas sentirme romperte por dentro»
Se congela ante aquel recuerdo pero Wonwoo no lo percibe y Hoshi sigue sumido en su pasado, y entonces no solo recuerda sino que también se da la oportunidad de poder sentir, una vez más, como aquella noche él lo hiso gritar de dolor ante cada fuerte envestida, cada estocada de parte de él era un nuevo grito de dolor para ella, de dolor así como de placer porque Mingyu le enseñó demasiado bien a como canalizar el sufrimiento. Puede recodar, tan bien cada movimiento de él.
Dentro, fuera, dentro y fuera una y otra vez. Cada envestida se volvía más y más profunda, más continua más y más desgargante. Era un asfixiante vaivén que parecía no tener fin, parecía tan eterno como las ganas de él por ella.
Recuerda como su cuerpo se sacudía a la par de la pasión con la que Mingyu lo poseía y ya no podía, ya no era capaz de salir de aquel recuerdo.
