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Jongho de a poco abrió sus ojos dejando el paso a la luz, revisó el perímetro y solo confirmó que la suavidad de la cama donde se encontraba si era la suya tamaño king y que en efecto, se encontraba en su cuarto. Sin embargo, no encontraba a nadie que fuese lo suficientemente importante para él aunque habían tres personas en la habitación, por lo mismo cerró sus ojos una vez más, su cabeza dolía como los mil demonios.

- ¡Idiota! -exclamó la voz muy reconocida de su entrenador quien le dió un golpe a mano abierta en la planta de su cabeza.

- Señor, no creo que sea lo mejor si ust-

- Señorita, retirese -ordenó el chino estando aún enfadado.

Jongho podía imaginar el rostro de Jackson arder en llamas, le resultaba gracioso puesto que las molestias...

No eran por su culpa esta vez.

Jongho escucho unos pasos alejarse y fue entonces cuando abrió sus ojos dedujendo que la enfermera ya no se encontraba allí.

- ¡Perdiste tu última pelea! -exclamó su entrenador consternado.

Pero pudo ver el rostro lleno de fastidio que mantenía el pelinegro junto a él quien estaba cruzado de brazos.

- No es cierto -se digno a decir simplemente.

- La idea era asustarlo -explicó el chino al azabache contrario.

- Es mi hermano, no puedo hacerle eso, idiota -replicó sin vacilar su hermano mayor.- Creo que lo mejor es que te vayas Jackson, ahora iré contigo

El nombrado rodó sus ojos con fastidio notable, dando un último apretón a su estrella y musitando un muy bajo "lo hiciste genial".

- Puedes seguir tu discurso cursi en otro momento, Jackie

- No sé cómo es que estoy casado contigo, Choi Youngjae

Dicho esto, el chino robó un pequeño beso de los labios de su esposo para salir de la habitación como el contrario había ordenado.

Jackson podría definir a ese par como la maldición de los Choi, porque ambos eran sumamente adorables a su parecer pero sin dudas eran unas fieras cuando querían, aunque Jongho fuese más callado, eso no quitaba el hecho de que dentro suyo habían miles de motocicletas y demás cosas que Jackson no podía aceptar o al menos así lo imaginaba él.

Desde siempre había estado junto al menor, desde el inicio de su carrera, su trabajo siempre iba a ser muy bien agradecido por Jongho, jamás perdieron una pelea pero fue porque nunca se rindieron en las prácticas.

Cuando Jackson no podía más, Jongho aparecía con un par de batidos, una caja de pizza más algunas películas que había conseguido de camino y así quedaban juzgando a los actores hasta mejorar sus ánimos y volver al ring.

Sin embargo, ahora que el menor había decidido dedicarse de lleno a su familia, ¿a quién entrenaría? Sin dudas tenía a muchas personas detrás suyo pero ninguna iba a ser tan especial como Jongho.

Al menos era parte de su familia.

Al menos era parte de su familia

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BOXER [JongMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora