Capítulo 13

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Narra Abi

Estaba fuera de mi casa, estacionada, con la mirada perdida.

Me sentía perdida.

Me había pasado toda la tarde en mi lugar de paz. Un pequeño parque cerca de la playa, un lugar donde los árboles abundaban y habían pequeños asientos escondidos. El parque no era muy recurrido en estas épocas de frío.

Era momento de volver a casa, me baje del auto con movimientos lentos, no queriendo llegar a casa jamás. No quería llegar y ver a Lizz, por nada en el mundo. No estaba lista para hablar con ella, aun conservaba furia dentro de mi.

Ya junto a la puerta, no tenia más opción que entrar, así que ingrese mi llave y entre.

— ¿Abi eres tu? — gritó mi madre al escuchar cómo cerraba la puerta.

— Soy yo, voy a mi cuarto — hablé fuertemente para después correr hacia mi habitación.

Lamentablemente me topé con Lizz en el camino ella me saludó con una sonrisa. Pero lo único que pude hacer fue mirarla y caminar hacia mi habitación. Entonces sentí cómo me seguía, no ahora, por favor.

— ¿Como te fue hoy? — la ignore — Abi ¿Me escuchaste? — otra vez la ignoré, mientras entraba a mi habitación y cerraba la puerta en su cara — Abi ¿que pasa contigo? — preguntó ya enojada, entrando en la habitación.

Yo ya estaba sentada en mi cama, entonces, agarro mi celular y entro a su cuenta de instagram — esto es lo que me pasa — le entregué mi móvil.

Lizz quedó con los ojos abiertos a más no poder y vi una sonrisa leve, que se borró cuando vio mi cara.

— Yo, Abi, yo...

— Lizz, sabías muy bien lo tímida que soy y aun así hiciste esta cosa, también haces todo esto sin mi consentimiento. Quiero que borres todo sobre mi, no quiero tener que ver con esa cuenta, y no te quiero en este momento aquí, por favor, retírate — dije con una voz dura, sin verla a la cara, escucho un sollozo y giro mi cabeza.

Entonces me arrepentí, Lizz era muy sensible, ella me miró con sus ojos aguados y de un momento a otro estaba en el piso de rodillas, frente a mi.

— Lo siento, lo siento mucho Abi, yo solo, yo solo quería que cumplieras tu sueño de ser famosa, quería que fueras feliz. Lo lamento mucho Abi — Lizz empezó a llorar con la cabeza baja. En la habitación solo se escuchaba sus sollozos, entonces cedí.

Era mi hermana, siempre la voy a perdonar.

Baje a su altura y la envolví en un abrazo, ella se aferró fuertemente a mi sudadera. Repetía a cada momento "lo siento", con continuos sollozos.

— Esta bien Lizz, esta bien — murmuré mientras pasaba mi mano derecha por su cabello, tranquilizándola.

— Yo solo quería que fueras famosa Abi, como cuando pequeña y el abuelo arruinó todo, lo sé estuvo mal, pero yo quería que cumplieras tu sueño.

Oh, mi abuelo, okey, malos recuerdos abundaron en mi mente.

Flashback

Mi cumpleaños número 8, estábamos yo, mis padres, mis hermanos y mi abuelo. Había sido una pequeña fiesta familiar, con una pequeña torta de último momento y pocos regalos, pero yo estaba muy feliz a tener a mi abuelo ahí, hace tiempo que no lo veía, desde la muerta de mi abuela hace 3 años.

Estaba sentada en el sillón grande con mis regalos al rededor, eran 4, abrí alegremente todos y cada uno de ellos, al terminar con el último, decepcionada baje mi cabeza y mire mis manos.

No había recibido lo que más quería.

Mi propia guitarra.

Yo utilizaba solamente la guitarra de mi maestra, cuando yo iba a las clases, se me volvía incómodo.

Le había pedido insistentemente una guitarra a mi madre, para mi cumpleaños, pero veo que no se cumplió.

— Tranquila hija, falta otro regalo, entra cariño — mi madre miró detrás mío y rápidamente me giré.

Lanzo un grito de alegría al ver lo que sostenía mi padre, era una guitarra con un moño.

Salte del sillón, corrí donde mi mamá y la abrase fuertemente.

— ¡Gracias mamá! ¡Seré una famosa cantante! — la solté muy rápido y fui por la guitarra, pero antes de agarrarla, alguien más lo hizo.

Mi abuelo sostenía mi guitarra en sus manos, mirándola con desprecio — Tu no tocarás esto jamás, ocupa tu intelecto hija, y serás grande en la vida, serás una gran doctora, no una despreciable cantante — lanzó mi sueños al piso rompiéndose en miles de pedazos que volaron por todo el lugar, la guitarra estaba echa trizas al igual que mi corazón.

Camino unos pasos atrás con mis ojos llenos de lagrimas, sin poder creer lo que pasaba frente a mis ojos. Después de eso no pude escuchar nada, veía cómo mi padre le gritaba a su propio padre, entonces mi abuelo se fue por la puerta principal.

Jamás lo volví a ver.

Fin del flashback

Fin del flashback

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¡HEY, MAN! || Joshua Bassett Donde viven las historias. Descúbrelo ahora