El camino hacia Oceanside fue muy tranquilo, nos habíamos levantado temprano para venir a la ciudad, junto a Joshua íbamos felizmente cantando canciones y hablando trivialidades en el viaje. Joshua me hacia demasiado feliz, que pena que deba dejarme y devolverse a Los Ángeles, tenía que volver al trabajo.
Cuando entramos a la ciudad cambie mi cara de felicidad a una seria, quizás en cuanto tiempo más vería Joshua otra vez, me entristecía, pensar que no lo volvería a ver en semanas tal vez.
Ya al estar fuera de mi casa, nos quedamos en silencio mirando hacia el frente, escuchando de fondo una canción desconocida para mi, pero que me ponía más triste con su melodía suave y penosa.
— Yo... Yo te extrañaré — suspire tomando una pausa sin querer mirarlo — mucho... — no quería que viera mis ojos aguados.
— Yo igual, vendré lo más pronto posible a verte, te lo juro — siento cómo se mueve en su asiento, me giro y lo miro, el estaba sonriendo, me quede unos momentos mirándolo, que para mi fueron ciclos.
— Yo, creo que tengo que bajarme — le sonreí lo más que pude, aunque termino en una mueca.
Me acerqué a él y planté lentamente un beso en su mejilla, seguido de eso baje del carro dirigiéndome a la casa lentamente, cuando estuve en la puerta me di la vuelta y lo vi aún mirándome, levante mi mano y me despedí, el sonrio y partió.
Tristemente entre en la casa, pero feliz a la vez, estaba demasiado ilusionado con Joshua, me gustaba mucho.
Me encamine a mi habitación a dejar mi bolso y me tire en la cama, boca a bajo para cerrar mis ojos.
Ya lo extrañaba.
¿Y si veía su serie? Así por lo menos lo vería, y bueno, por fin vería la dichosa serie donde salía él y mi mejor amiga. Me levante felizmente de la cama y camine fuera de la habitación, pero pare en seco cuando caí en cuenta que yo no tenía esa aplicación de Disney, me mordí mi labio intentado pensar en medio del pasillo de la casa.
Estaba tan concentrada que no sentí como alguien se pudo frente a mi, mis pensamientos fueron interrumpidos por Lizz, quien me miraba como si estuviera loca.
— ¿Porque estás parada como tonta en medio del pasillo? — preguntó con su ceño fruncido.
— Estoy pensando.
— ¿En que?
— Enn cómo ver la serie de High School Musical, esa donde es un musical de la película.
— ¿Hablas de High School Musical: The Musical: The Serie?
— Esa misma.
— Yo tengo una cuenta de DisneyPlus, podemos ver la serie juntas, aunque yo la vi, pero es muy buena — emocionada saltó y sonrió como el gato de Alicia en el país de las maravillas.
— Oh, eso sería genial, gracias — le regale una sonrisa agradecida, por fin vería la serie de mis amigos.
— Veámosla en tu habitación — Lizz empezó a caminar hacia su habitación — iré por la computadora.
Asentí con la cabeza al ya no verla, me fui a mi habitación me cambie por algo limpio y me acomodé en mi cama, esperando a Lizz. Mi hermana llego a los minutos con la laptop en manos, se sentó a mi lado y la encendió, ingreso al sitio web y le dio play.
— ¡HEY MAN! —
La serie me había dejado con un nudo en la garganta impresionante, ver cada escena en donde Ricky, interpretado por Joshua, junto a Olivia, se miraban de una forma tan profunda, haciendo que me diera una duda inexplicable para mi, mi cabeza se hizo un batido de pensamientos que no me dejaba pensar con claridad.
Después de verla completa, Lizz me decía en todo momento que los protagonistas se amaban, que eran unos tontos y no se daban cuanta de su amor al principio, que ella creía que en la vida real ellos eran novios, pero lo ocultaban. Me mostró "momentos jolivia" en youtube y no paraba de hablar, mientras que yo me mantenía en silencio observando y escuchando todo lo que me decía.
Mi nudo en la garganta y la duda creció en mi.
Me levante de la cama muy rápido, sin pensar, agarre el primer bolso que encontré y metí cualquier ropa que encontrara en mi paso, me coloqué unas zapatillas y agarre mi celular.
— ¿Que haces? — preguntó extrañada Lizz por mi comportamiento.
— Voy y vuelvo, si te preguntan, estoy donde Olivia — agarre mi cargador, mis llaves del auto, camine escaleras abajo y abandone la casa.
Me encamine rápidamente al garaje y lo abrí, me metí en el auto y tire mi bolso en la parte trasera, encendí el motor y partí rápidamente de la casa, dirigiéndome a Los Ángeles de sorpresa, para aclarar todo.
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