❥『Daddy ♡ Cryle』

👄💙вrυѕнιng тeeтн🍃🙊

⚠: ғlυғғ(?)♡

❌wordѕ: 408♡

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      ··•Craig permitió que aquella noche Kyle lo acompañara a lavarse los dientes. Normalmente el pelirrojo se iba a domir bastante temprano, mientras que él se quedaba terminando su trabajo o jugando videojuegos.
   Sin embargo, aquella noche Kyle le insistió tanto con ojitos de cordero que fue imposible negárselo.

   Craig le pasó su cepillo de dientes —el cual era verde pastel a topos blancos— y él se quedó con uno mucho más simple de color azul marino. Incluso tenían diferentes pastas de dientes, ya que Kyle se encaprichó con la de regusto a fresa y Daddy prefería la de menta. Por ello, cuando se besaban, la mezcla de aquellos dos fuertes sabores era maravillosa.
  
   Craig vio cómo Kyle añadía un poco de la pasta en tono rosáceo a las cerdas de su cepillo, y el pelirrojo lo miró sonriendo tiernamente. Craig le devolvió el gesto y revolvió sus rebeldes y rizados cabellos.
   Daddy también se echó aquella pastosa sustancia verdosa en su cepillo, llevándolo a su blanca y alineada dentadura. Kyle, por su parte, ya había casi terminado de lavárselos.

   —Daddy, ¿puedes pasarme el enjuage bucal?

   —Uhum —Craig agarró el bote rojizo y se lo alcanzó a las pequeñas manos de Kyle—. No lo tragues, cielo —dijo despreocupado.

   —Wow, es la primera vez que te oigo decir eso... —murmuró en voz baja, alarmándose cuando oyó a Craig toser.

   —K-Kyle, por Dios —rió, casi habiéndose atragantado con la pasta de dientes.

   El pelirrojo echó una suave y dulce risita también, dejando caer un sorbo del enjuage a su boca. Lo removió un poco y después lo escupió, lamiendo sus labios para sentir el frescor en ellos.

   —Wow, primera vez que te veo escupir —comentó con malicia Craig antes de tomar su enjuage bucal azulado.

   —¡Yah, Daddy! —musitó avergonzado, atizando sin fuerza alguna al brazo del azabache.

   Cuando ambos se hubieron lavado los dientes, Craig se recostó en su cama y dejó que Kyle se acurrucara a su lado. debajo del edredón. Se aferró a la camiseta de su pijama, y Craig sonrió enternecido debido a la terneza que el pelirrojo transmitía, además de un agradable aroma a lavanda.

   —Buenas noches, Daddy... —adormilado, Kyle bostezó y cerró de una vez por todas sus ojos.

   —Duerme bien, bebé, y sueña con los angelitos —le respondió platando un besito en su frente.

   En menos de cinco minutos, los dos habían caído rendidos al reino de Morfeo.

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