🍰🍦ѕweeтιeѕ🍭🍬

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⚠: ѕpanĸιng♡

wordѕ: 800♡

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      ··•Kyle yacía en el sofá, devorando un trozo de pastel de tres chocolates y un Red Velvet. Daddy le había advertido de no comer nada dulce, pero no había podido resistirse. Así que mientras veía en la televisión Sailor Moon comía de aquellos dos postres, saboreando su dulzura y empalagándose, ya que cuando Daddy estaba presente casi nunca podía comerlos.
   Lamió la cuchara, dejando que el chocolate se deslizara por su lengua; era delicioso.

   —¿Bebé? ¿Qué estás haciendo? —una voz grave, profunda y nasal sobrepasó al anime que veía tan entretenido, lo que le hizo girarse con timidez hacia el poseedor.

   —N-Nada, solo estoy viendo la tele... y-y comiendo dulces.

   Vio cómo Craig se cruzó de brazos unos segundos, acercándose a Kyle mientras sus esbeltas manos se deshacían de su corbata. Sus ojos azules se cruzaron enseguida con la comida que tenía el menor, frunciendo su ceño y recriminando a Kyle. Este se encogió en su asiento, agachando su cabeza.

   —¿Cuántos has comido?

   —¡S-Sólo esto! —contestó nervioso, mirando a Craig casi con lágrimas.

   —¿Ah, sí? ¿Y qué es esto, pequeño? —preguntó cauteloso, agarrando tres envoltorios de mini-chocolatinas. Kyle se quedó callado—. ¿Por qué me mientes? No más dulces para ti, bebé. Al menos hasta que aprendas.

   —¿E-Eh? ¡No, Daddy! ¡No he comido tantos, además llevaba sin comer mucho tiempo! ¡No es justo! ¡¿Por qué, por qué, Daddy?!

    Kyle comenzó a quejarse, pequeños y agudos soniditos saliendo de su garganta como un niño pequeño. Craig alzó una ceja divertido.

   —Porque Daddy lo dice.

   —¡No! ¡Daddy, por favor!

   —Te he dicho que no, Kyle.

   —¡No puedes decirme lo que hacer! —exclamó con molestia.

   Craig dejó de sonreir y le quitó los platos con los dulces a Kyle, dejándolos encima de la mesa. Acto seguido, sus largos y finos dedos se posaron sobre el cuello de Kyle, ejerciendo un mínimo de fuerza. Provocó un suave gemido de sorpresa en Kyle, quien tenía un par de lágrimas rebeldes en sus mejillas.

   —Chico malo —chasqueó la lengua—, últimamente te estás portando muy mal. ¿Qué pasa, quieres que te castigue, eh? ¿Es eso lo que quieres, Kyle?

   El pelirrojo, sin apartar sus iris esmeralda de Craig, parpadeó rápidamente varias veces seguidas. Cuando Daddy le hablaba así Kyle se sentía más pequeño, más vulnerable y las palabras no le salían. Además, con la mano de Craig agarrándolo no podía alejar otro tipo de pensamientos que ocupaban su mente.

   —¡Contéstame! —gritó, un escalofrío recorriendo de arriba a abajo la columna vertebral de Kyle.

   —S-Sí, Daddy... K-Kyle no ha sido bueno... c-cree que necesita un castigo...

   —Bien.

   Craig lo soltó con brusquedad y se colocó a un lado de Kyle, tomando asiento allí. Kyle entendió enseguida lo que significaba. Con mejillas enrojecidas se levantó y se quedó de pie delante de Daddy, esperando.
   Craig palmeó sus muslos, y cogiendo sin delicadeza alguna la muñeca de Kyle lo acercó a él y le ayudó a recostarse. Tenía su torso encima de los muslos de Craig, y a su vez, sus piernas y brazos descansaban en el sofá. El azabache paseó sus manos por la pequeña y alargada figura del pelirrojo, vestida con unos pantalones holgados de color verde pastel y una camiseta de manga corta del mismo tono.

   —Bebé, ¿rojo, azul, verde o amarillo?

   —Uuuhm... rojo, Daddy.

   —Serán diez, y más te vale contarlas en voz muy alta —amenazó.

   —S-Sí, Daddy.

   Apretó con ímpetu el muslo bajo de Kyle, para después impulsar vigorosamente su palma en las nalgas del pelirrojo. Gimió en voz alta, respirando con ligera dificultad al principio.

   —U-Una... —susurró, apretando los cojines del sofá.

    Craig, no estando satisfecho, tiró de los cabellos de Kyle para hacerlo gritar.

   —Más alto.

   —¡Una! —repitió, suspirando cuando Craig dejó su pelo.

   Las siguiente nalgada fue menos débil, por lo que un nuevo chillido más claro escapó de los bonitos labios de Kyle.

   —¡D...Dos!

   Craig sonrió más que complacido por las respuestas que recibía del pelirrojo.

   Conforme transcurrió el tiempo, los azotes aumentaron su potencia. Consiguió que Kyle llorase y que sus cuerdas vocales rasparan.
   Cuando se quedó a horcajadas sobre Daddy, Kyle empezó a sollozar en su cuello, apretando sus manos sobre los hombros ajenos.

   —Shhh, bebé, ya está, ya pasó —lo calmó, besando su cabellera y acariciando su espalda con parsimonia.

   Kyle levantó su vista lo suficiente para quedar cara a cara con Craig.

   —¿D-Daddy sigue enfadado con Kyle? —cuestionó avergonzado.

   —No. Daddy sabe que Kyle es un buen chico y no va a desobedecer más, ¿verdad, mi amor?

   —S-Sí, Daddy. Kyle será un buen chico.

   —¿Te duele mucho, cielo?

   —No, está bien. ¿Podemos tomar té ahora? —sonrió tiernamente, haciendo un puchero y entrelazando sus dígitos para suplicarle a Craig.

   —Vamos.•··

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❥『Daddy ♡ Cryle』 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora