❥『Daddy ♡ Cryle』

🚫❗daddy ѕaιd a вad word!🔇🙉

⚠: ғlυғғ(?)♡

❌wordѕ: 689♡

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      ··•Craig era una persona que decía palabras malsonantes casi a todas horas, aunque siempre trataba de controlarse cuando tenía a su bebé cerca. Y, aún con esas, muchas veces se le escapaba alguna palabrota no intencionada.
   Cuando más solía descuidarse era mientras revisaba algunos de los trabajos que habían hecho sus empleados; siendo que una gran cantidad se equivocaban. Frustrado y con veneno, Craig lanzó los papeles con fuerza a un lado y pasó sus dedos entre las fibras capilares que desordenaban su límpida imagen.

   Kyle observaba desde una esquina, sentado en el pequeño sofá que Daddy tenía en su despacho. Tenía un Snoopy de grandes dimensiones de peluche en sus brazos, y sus ojitos estaban tristes por ver a Craig de esa manera.
   Quería hacerle sonreír, darle mimos para que no se estresara con esos papeles monstruosos que siempre lo ponían de mal humor.

   —¡Joder! ¡Es que estos gilipollas no saben hacer nada o qué! —gritó enfadado, suspirando con brusquedad y recargándose en su silla de oficina.

   El pelirrojo abrió sus ojos sorprendido, frunciendo su ceño y levantándose enseguida para correr al lado de Craig. Dejó a Snoopy en el sofá, y él se cruzó de brazos a la vez que hizo un molesto y agudo sonido para llamar la atención de Craig.

   —¡Daddy lo ha hecho! ¡Has dicho malas palabras! —exclamó, mordiendo su labio inferior y tomando asiento en el regazo del azabache.

   Craig calmó su expresión, derritiéndose ante su adorable bebé. Kyle parecía molesto, decepcionado, aunque en el fondo Craig sabía que estaba jugando. Colocó una sonrisa socarrona en sus perfectos labios y con uno de sus dígitos levantó el mentón de Kyle.

   —Bueno, Kyle no tiene que escu-

   —¡Daddy necesita un castigo!

   —Eso no funciona a-

   Antes de que Daddy siguiera hablando, Kyle lo golpeó —sumamente débil— en el hombro. El pelirrojo hizo un puchero cuando escuchó reír a Craig.

   —¿Qué crees que haces, pequeño? —cuestionó con su voz burlona, alzando una ceja.

   —¡Decir esas cosas tiene un castigo! ¡Son cinco azotes! ¡Uhm! —reclamó indignado, volviendo a pegarle en el mismo lugar.

   Craig le agarró la muñeca y sin cuidado la apartó, apretando las aterciopeladas yemas de sus dedos en las mejillas ajenas; el dedo pulgar en la izquierda y el corazón, índice y anular en la derecha. Kyle cerró sus párpados y pateó el suelo cuando Daddy juntó sus muñecas y lo dejó inmovilizado en los brazos.
   Craig afiló su mirada, sus pupilas volviéndose más extensas y opacas.

   —¿Crees que puedes castigarme, pequeño? —preguntó esta vez en un tono dominante, estremeciendo hasta el último rincón de la piel de Kyle. Bajó su mano hacia su cuello, ejerciendo una leve presión.

   —¡N-No, Daddy! ¡Eso nunca! ¡Pe-Pero las palabrotas son feas! Daddy no debería decirlas...

    Cuando Craig lo soltó, Kyle no tardó en aferrarse a su pecho y apoyar su cabecita sobre sus hombros. Se restregó como un cachorrito, incitando a Daddy a acariciar su suave cabellera.

   —¿Está mi bebé enfadado con Daddy, eh? ¿Hay algo que Daddy pueda hacer?

   —No quiero que Daddy diga esas cosas...

   —Te lo prometo, mi amor, lo siento.

   —Uhm, pero Kyle necesita algo más para perdonar a Daddy.

   —¿Uhum? ¿Qué es, cariño?

   Kyle miró fijamente a Craig, colocando su dedo índice encima de sus bonitos belfos, lo que hizo soltar una risita a Craig. Lo besó lentamente, saboreando el dulzón sabor a vainilla que su bebé siempre tenía.

   —Te quiero —murmuró avergonzado el pelirrojo, pasando sus brazos a través de la nuca de Daddy para atraerlo más cerca.

   —Yo también, cariño, pero ahora Daddy tiene que trabajar, ¿sí? Corre, ve a jugar —le comentó, y cuando el pelirrojo bajó de sus muslos lo palmeó cariñosamente en la espalda baja.

   Kyle, feliz de haber hecho sonreír a Craig, recogió a Snoopy y se fue del despacho de Daddy.

   —¡No tardes mucho, Daddy! Kyle te necesita...

   —Vale, mi amor, no tardaré.

   Satisfecho, el pelirrojo salió por completo y se fue directo a su habitación. Allí esperaba a que Craig viniera con paciencia, pues no había nada que deseara más que tener a Daddy consigo.

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