Parte 1

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Las pequeñas gotas golpeaban el cristal aquella mañana fria. El auto se asercaba a aquella gran manción que se convertiría en una jaula de oro.

El erizo azul miraba por última vez el exterior,  quería recordarlo para siempre antes de ser atado a ese matrimonio. Miraba con tristeza  a aquel jardín llena de rosas,  como si les pidiera ayuda.

El auto se detuvo y ambos padres bajaron ansiosos por la vida de lujos que les esperaba.

-Sonic. Baja,  no quiero que hagas un escándalo antes de conocer a tu esposo.

Tras la "súplica" de su madre bajó del auto al igual que la lágrima que se acumuló en su ojo izquierdo.
Lentamente empezó a caminar,  o es así como lo veía. La gran puerta se abrió y le dijo adios a la vida de libertad que ansiaba desde el fondo de su ser. Sus pasos hacían eco en el salón tras pisar el piso bién pulido,  que al mirarlo,  pudo ver su miseria.

-Pasen,  el señor Shadow los espera en su oficina.

Los tres siguieron a la joven bien vestida y arreglada que llamó la atención de su padre.

Al entrar vieron una habitación ordenada y acogedora,  con un gran ventanal. Y en medio de esta estaba sentado en su escritorio,  un erizo de betas rojas al igual que sus ojos. Su mirada era tan fria y a la vez elegante,  como si te analizara  hasta lo mas profundo de tu alma.

-Señor Shadow,  es un honor volverlo a ver.

La mujer se reverenció de una forma que los aristócratas le decian ...vulgar. Su esposo hiso lo mismo,  pero el mas pequeño no se podía mover como si estubiera viendo su vida delante de sus ojos.

El erizo negro se levantó no sin antes sacar de uno de los cajones un objeto. Y se puso detras de ellos.

El fuerte sonido de los disparos hizo despertar al azulado de su trance. A su lado vió los cadáveres de sus padres tirados en la alfombra hecha de seda,  manchandola de sangre por las heridas en sus cabezas.

El miedo no le hizo gritar,  pero no podía evitar que su respiración se agitara al pensar que terminaría como ellos.

-¿Cuál es tu nombre,  pequeño?- El azabache lo rodeaba lentamente,  analizandolo.

-S-sonic,  Sonic es mi nombre.- Su voz temblaba un poco,  pero trataba de mantenerse firme.

El azabache se asercó a él lentamente,  observando esos ojos medio temblorosos,  pero que no tenían la mas minima presencia de lágrimas.
Con cuidado,  sacó de uno de los bolsillos de su chaqueta un anillo de oro puro con un gran diamante reluciente y se lo puso en el dedo anular de Sonic.

-Ahora,  tu serás mi esposo. Tu cinta se teñirá de rojo,  porque se mezclarán nuestras sangres para crear un heredero. Tu pureza ahora será mia,  por siempre y tu amor y el mio se escribirá en la historia.

- Ahora tú,  Sonic.

-Ahora,  yo seré tu esposo. Mi cinta se teñirá de rojo,  porque se mezclarán nuestras sangres para crear un heredero. Mi pureza ahora será tuya,  por siempre y tu amor y el mio se escribirá en la historia.

Ambos anillos fueron puestos en sus dedos,  la cinta blanca que adornaba las suaves puas de Sonic desapareció para reemplazarla con una roja.
Sus labios se conectaron,  dando paso no solo a una nueva vida. Si no también a un matrimonio,  que en los ojos del oji-esmeralda,  sería oscuro.


Shadonic:" En Un Mundo Doncel".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora