Parte 3

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A pesar de que el dia era nublado,  no le impidió que recorriera ese gran jardín. Estaba completamente llena de vegetación, el clima húmedo mojaba la tierra haciendo que se destacara un aroma dulce. Aquellas rosas que habia visto cuando llego a esa masión.
Estaban de un color rojo oscuro, casi marchitos. Se preguntaba por que estaban así, si el resto de flores estaban muy bellas.

-Hace mucho tiempo que estan así. Hemos hecho todo lo posible por revivirlas, pero nada funciona. Muchas veces pensabamos en podarlas por competo, pero nos daban pena.

Al votearse se encontro con un par de ojos de color ámbar, que eran pertenecientes de un erizo albino sonriente.
Se perdio un momento en ellos, pero luego reaccionó volviendo a mirar a las flores.

[...]

Ambos ya estaban cenando aquel pequeno aperitivo. A pesar de estar casados, estaban distanciados al estar en ambos extremos de la gran mesa de tres metros.
El pequeño erizo estaba un poco incómodo. Su boca se mobía al querer hablar, pero tenía miedo a como reaccionara su esposo. No lo conocía, no sabía cuales eran sus gustos. Y con aquel rostro frío y serio no se atrebía a saberlo.

El azabache al ver el rostro dudoso del azulado le dijo de una forma tranquila.

- Si tienes alguna duda, no resistas en preguntar.
- Lo siento. Es que, no estaba seguro si desirselo sin querer que se ofenda.
- Descuida. Dime lo que deseas preguntar.
- Me preguntaba si... usted me dejaría... hacer mi propio jardín.

El pequeno se encogió de su aciento al temer de haberlo ofendido.

- No creo que haya algun inconveniente. Pero tendras que esperar agunos dias hasta que yo te avise.
- Si... muchas gracias.

Y al decir esto inclino su cabeza de foma gentil en forma de demostrar que estaba agradecido. Algo que le sorprendio al azabache, era su forma educada de actuar sabiendo que el proviene de una familia pobre.

[...]

El ya estaba dentro de aquella cama innesesariamente grande. Su esposo no dormiria con el debido a su trabajo y se sentia solo. Extrañaba a su querida abuela, recordaba que en noches como estas se quedaba con el hasta que se durmiera. Ella era el unico ser que lo amaba, mientras que sus padres lo veian como a una mina de oro.

Empezaba a llorar en silencio al recordar como su padre maltrataba a esa pobre ancianita hasta matarla delante de sus propios ojos.
Abrazo con fuerza su almohada al volver a sentir ese miedo de ser otra vez golpeado. Sabia que ahora sus padres estaban muertos y no habia peligro, pero nada le aseguraba que no terminaria como ellos y que sería por la misma persona.

Shadonic:" En Un Mundo Doncel".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora