#OO4: Cartas.

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#OO4; Cartas

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Ainhoa 

/tres meses después/

‧̍̊ · ̊‧̥ ° ̩̥˚̩̩̥͙ ° ̩̥‧̥ · ̊‧̍̊ ♡ ° ̩̥˚̩̩̥͙ ° ̩̥ · ͙ * ̩̩͙˚̩̥̩̥ * ̩̩̥͙ · ̩̩̥͙ * ̩̩̥͙˚̩̥̩̥ * ̩̩͙‧͙ ° ̩̥˚̩̩̥͙ ° ̩̥ ♡ ‧̍̊ · ̊‧̥ ° ̩̥˚̩̩̥͙ ° ̩̥‧̥ · ̊‧̍̊

Tomé entre mis manos el sobre de papel que me acababa de llegar. Como cada viernes, como cada semana, como cada mes. Lo llevé hasta mi nariz y olfateé el envoltorio.

Jazmín.

Cerré mis ojos con fuerza y suspiré profundamente. Mis piernas comenzaban a temblar al igual que mis manos y mi labio inferior, el cual trataba de mantener en calma con mis dientes. Debía parecer una nena sosteniendo un sobre de esta forma y reaccionando así, me lamenté al instante.

-Oye, ¿está todo bien?- preguntó el joven morocho observándome con atención, aunque, supe al instante que la pregunta solo la hizo por compromiso. Ni siquiera le contesté y le cerré la puerta en las narices, para después voltearme y mirar el final del pasillo ya notando como la vista se mi dificultaba por el cúmulo de lágrimas en estos. Suspiré, ¿cómo podía afectarme tanto después de tanto tiempo? ¿Cómo podía tener tanto efecto en mí? ¿Cómo podía extrañar tiempo esos momentos? Conforme el tiempo pasaba, en vez de superar el dolor, transformé este en nostalgia. Al fin y al cabo seguía siendo la ilusa ilusionada por la atención que me comenzó a prestar en tan poco tiempo. Seguía siendo la misma tonta. 

Tomé el sobre con más fuerza, casi arrugando este, y me dirigí a mi habitación con un paso lento y perezoso, entre sollozos. Con mi manga del pijama limpiaba los mocos que iban deslizándose por mi nariz y me hacían cosquillas. Abrí el pequeño espejo en el cual guardaba algunas joyas y accesorios y tomé el colgante del cual colgaba una brillante llave de plata. Reluciente como siempre. La empuñé y en dos zancadas me encontraba frente a mi mesita de luz, con una sonrisa triste. Introduje la llave en la cerradura plateada y la giré con cuidado, como si fuese a quebrarse a pesar de su grosor. Una vez oí el click que hizo el cajón al abrirse, estiré de la llave sin sacarla para atraer el cajón y poder ver su interior.

Una lágrima descendió por mi mejilla cuando olí el olor que el cajón desprendía. Una mezcla tan peculiar y a la vez extremadamente agradable.

Ainhoa, no lo hagas.

Tienes que guardarla, Ainhoa.

Estás tirando todo tu esfuerzo por la borda.

A la mierda. ¿Cómo iba a saber si lo había superado si no me enfrentaba al problema? Debía hacerlo.

Tomé las once cartas, contando la recibida hace un rato y me senté en mi cama. Las esparcí por esta y en un movimiento rápido subí la persiana para que la luz natural de las cuatro de la tarde iluminase todas las cartas. Para liberarme de la oscuridad en la que había estado sumida en los últimos meses. Ambiental y mental.

Agarré todas las cartas con la mano temblorosa y las esparcí sobre la colcha color grisáceo que cubría mi colchón. Las coloqué por orden y suspiré. Tome la primera.

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⏰ Última actualización: May 25, 2020 ⏰

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『❝Dónde estás❞』-TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora