-Ah... Bella orquídea tropical de mis rosales.
-Desertor del arte, parece más estúpido de lo que es, las orquídeas no crecen en los rosales, son como los árboles, crecen libre en la tierra Señor Carlos Briseño.
-Por favor Marie, solo dígame Briseño, soy un simple actor mal pagado que viene aquí en busca de un poco de su compañía, no necesitamos tantas formalidades.
-Tampoco necesitamos tantas tonterías - Señor Carlos Briseño - son 68 francos la hora y una habitación en el hotel Rut Suite al cruzar la calle de la «Plus»
-Su crudeza me excita.
-¡Basta! no me haga perder el tiempo de la noche, que es más corto que el del día con éste frío, y vale más dinero también.
-Pero Maríe, tome mi abrigo, al menos mientras cruzamos la calle y vamos al hotel.
Maríe asintió con la cabeza mientras perdía su mirada enamorada ante aquel hombre que era tan común como cualquier otro, pero que era el único que al menos olía bien, se preocupaba por su frío y por decirle un alago cuando iba a prestarle sus servicios como prostituta de la «Rut Suite » en París, calle conocida tradicionalmente por sus conexiones con el negocio del sexo, donde abundan mujeres inmigrantes como ella que vendían su cuerpo a un precio modesto, con el que no se harían ricas, pero les alcanzaba para pagar la renta, para comida china o algún otro alimento barato y un par de zapatos caros cada mes.
Maríe, era una inmigrante latina que provenía de Venezuela, salió de sus barrios pobres de la capital, se hizo con el dinero suficiente para pagar el pasaporte y el pasaje en avión, pues, en éste país con una modesta cantidad de dinero se podían hacer algunos sobornos y conseguir documentos como éste que eran importantes para poder "Escapar". Pero, ¿De qué puede escapar una chica qué apenas cumplía la mayoría de edad? Hablando por encima. Maríe escapa del destino que ve escrito en el futuro que imagina viviendo en éste mundo; pobreza, mala educación, vicios, delincuencia, drogas, violencia y sangre callejera. La vida en estas condiciones de hace una suprema lucha de supervivencia, una carrera por ganarle a una bala, a la adicción de la cocaína u otra droga que pudiese ella encontrar en cualquier esquina, o quedar embarazada de un hombre que ya está muerto pero no lo sabe, o a traer a un niño al mundo para que este se convierta en otro hombre que ya está muerto pero no lo sabe. Maríe ve el escape como la única salida, cambiarse de ciudad no es una opción, no tiene nada, no tiene a nadie en algún otro lugar del país que pudiese ayudarla, y como muchas otras personas en los países del tercer mundo, piensa que el éxito está a 7.600 kilómetros del lugar en el que vive, en otro mundo, en el «Viejo Continente» como le decían por la tv.
No era una chica ignorante, no era una chica inocente. Conocía el alcohol, las drogas, el sexo y la violencia. Eso era de todo lo que quería escapar. En su infancia fue la telonera de un teatro de castigos y maltratos por un padre alcohólico, y de la desprotección de una madre impotente, inocente e inútil ante sus ojos. Maríe quería escapar, sabía muy bien porque quería hacerlo y a donde podía ir, pero no sabía cómo lograrlo. Cuando una mujer se encuentra entre la espada y la pared, sabiendo lo bueno y lo malo de la vida, y además sabiendo que es bella, empieza a pensar seriamente en usar su belleza como herramienta para las soluciones de su vida y Maríe sabia esto, también sabía que ni la inteligencia más audaz en las condiciones en la que estaba la iban a ayudar mucho, en un país donde los hombres ven a las mujeres como las más bellas del universo pero no las más inteligentes, y donde además predomina el machismo, ser inteligente le valía menos que un paquete de arroz o una caja de cigarrillos. Entonces decidió pasar algunas noches vendiendo su cuerpo y reuniría lo suficiente para irse, para escapar, siempre pensando en escapar sin voltear la mirada ni escuchar a alguien.

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Maríe
Teen FictionMaríe, era una inmigrante latina que provenía de Venezuela, salió de sus barrios pobres de la capital, se hizo con el dinero suficiente para pagar el pasaporte y el pasaje en avión, pues, en éste país con una modesta cantidad de dinero se podían hac...