【𝑳𝒐𝒗𝒆 𝒎𝒆 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒅𝒐】- 𝙰𝚔𝚞𝚝𝚊𝚐𝚊𝚠𝚊 𝚡 𝙷𝚒𝚐𝚞𝚌𝚑𝚒

『ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟚 - 𝕃𝕝𝕦𝕧𝕚𝕒』

Habían pasado a penas dos días de esa propuesta. Algo que a Higuchi le había estado rondando en la cabeza todo el tiempo. Se preguntaba si realmente esto estaba bien o no, si realmente algo cambiaría en la actitud de su amado superior y ahora pareja, en cierto modo. 

Claro, él no se había dirigido a ella cómo si fueran novios, pero la rubia comprendía que a pesar de todo, la personalidad de Akutagawa siempre había sido reservada y no se abriría de un día para otro. Sin embargo, notaba que ahora estaba siendo menos duro con ella. Pero a pesar de eso, sabía que eso no le daba motivos por los cuáles dejar de tratarlo con el respeto de siempre.

La joven aún le tenía miedo, su relación, aún teniendo cercanía, no dejaba de ser una subordinada y su jefe. Tendría que tomarse todo con paciencia, porque conocía a Ryūnosuke, y aún tenía miedo a su rechazo, a su maltrato y desinterés...

Eso no era sano, pero una mujer enamorada es capaz de muchas cosas. 

Higuchi estaba mirando a Akutagawa a lo lejos hablar con su hermana Gin. Cosa que le hizo recordar la vez que estuvo obsesionada por saber quién era esa joven y qué significaba para su crush. Ese recuerdo le daba un poco de gracia, aunque también mucha vergüenza.

Intentó calmarse y seguir su trabajo tranquilamente, pero su mente seguía imaginando algunas cosas que no la dejaban tranquila, seguía formulándose preguntas, ¿Akutagawa alguna vez llegaría a sonreírle honestamente? ¿se casarían? ¿Tendrían hijos incluso? 

Akutagawa como padre...¿Cómo  sería? la curiosidad la estaba carcomiendo, pero luego oyó como una voz familiar la sacaba de sus pensamientos

- ¿Higuchi? ¡Higuchi, respóndeme! - exigió el pelinegro de puntas decoloradas -

- ¿He? - fue lo único que la rubia emitió hasta notar a su jefe parado frente a ella - ¡A-akutaga-senpai! 

Tal repentina exclamación causó molestia en los oídos del contrario, y Gin junto con otros miembros de la mafia voltearon a observarla por un momento; incómodo, sin duda.

- Eto...D-discúlpeme, estaba distraída - prosiguió mientras acomodaba un mechón de su cabello detrás de su oreja -

Él dio un pesado suspiro y le indicó los siguientes pasos que daría la mafia en un futuro, ella asentía con la cabeza, aunque no estaba escuchando con atención.

Tras terminar lo que sería su horario de trabajo, Higuchi salió, caminando por las calles, sin prestar tanta atención al hermoso atardecer que se estaba mostrando, lo había visto tantas veces...

Siguió con un camino no muy fijo, sólo iría a dónde la llevaran sus pies, no lo entendía, ¿no debería estar feliz? Pero no se sentía triste, ni enojada. ¿Confundida? tal vez era esa la palabra que buscaba.

Ya no sabía qué pensaba, que hacía, porqué lo hacía...

Detuvo su paso al notar que estaba en un lugar desconocido, una especie de parque, estaba oscuro y no veía a nadie cerca, pensó conocer bastante bien la ciudad ¿Cómo no sabía dónde se encontraba? ¿tan lejos había caminado? vio las primeras gotas de lluvia caer sobre el frío suelo de cemento y maldijo por lo bajo no haber visto el clima esa mañana.

Finalmente, se sentó en una banca que se encontraba junto a un gran árbol central y observó el cielo, sintiendo como la lluvia comenzaba a mojarle el rostro y un poco la ropa, cerró los ojos, por fin sintiendo paz.