El despertar

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Vivimos en un pequeño pueblo de Nueva Jersey rodeado de un inmenso bosque pero dentro de tres días Kass, Richard y yo nos mudariamos a la ciudad de Manchester que se encuentra a un par de horas viajando en auto, para asistir a la universidad Estatal. Esta sería la ultima vez que visitariamos esta parte del bosque en un largo tiempo, eso me provocaba una mezcla de alivio y tristeza.

Mi historia comenzo aqui mismo, en algún punto de este bosque mis padres decidieron abandonarme, con tan solo ocho años, era una cria pero supongo que no les importo. No tengo recuerdos de ellos, ni nada de lo que vivi anterior a ese suceso, no recuerdo a mis propios padres.
Ese dolor aún me acompaña, los doctores creen que un trauma provoco mi amnesia, pero creo que es imposible olvidar ocho años de tu vida por un solo suceso en particular. Sin embargo con el pasar de los años ese dolor se convirtio en rabia e indiferencia, hoy solo pensaba en mi futuro.

-¿En que piensas tanto? -pregunta Kassie.

-Nada en particular -miento -solo admiro la vista, dentro de unos días nos iremos y no podré hacerlo más -termino.

Veo como se relaja y sonrie -es cierto, no podremos volver en un tiempo -dice con cierta nostalgia.

Caminamos tanto que pierdo la nocion del tiempo hasta que nos encontramos con el pequeño lago, entonces la información cae como un balde de agua fría sobre mi cabeza.

-Kassie... hoy hay luna llena - recuerdo.

-¡Oh mierda! -grita, recordando -bueno no pasa nada, ¿que hora es? -pregunta.

Saco el celular del bolsillo de la campera y se lo muestro.

-Son las cinco, tenemos tiempo para volver y salir antes de que anochezca no te preocupes -dice, aún asi la noto un poco preocupada.

-Esta bien, de todas formas deberiamos volver ya, las hermanas se preocuparan si no nos ven llegar.

Pegamos media vuelta y nos pusimos en marcha al horfanato. Media hora despues logramos salir del bosque, tardamos otros quince minutos en llegar al orfanato, una vez dentro le hicimos saber a la hermana Clementine que nos iríamos al cuarto a terminar de guardar nuestras pertenencias y dormir, con lo que no irian a molestarnos hasta el otro día.

Subimos las escaleras cruzamos el pasillo y entramos a nuestra habitación, agarre una mochila mientras Kassie acomodaba las almohadas sobre la cama de modo que pareciera que estabamos durmiendo.

No paso mucho hasta que el cielo empezo a oscurecer, los noches de invierno eran la mas largas puesto que el sol se ponia mas temprano, asique en silencio y con mucho cuidado salimos por la ventana y trepamos por la estructura de madera que servia de soporte a la planta enredadera que cubria toda la parte trasera del orfanato.

Una vez en el suelo caminamos lenta y cuidadosamente rodeando el orfanato, seria más sencillo si pudieramos saltar la reja que se encontraba en el limite de la propiedad porqué cruzando el terreno baldio se encontraba el bosque, pero era imposible para mi y Kassie saltar desde tanta altura, no quedaba otra alternativa más que rodear el orfanato y cruzar lo que quedaba del pueblo hasta llegar a una entrada segura al bosque.

Un vez fuera de la propiedad caminamos con prisa, no faltaba mucho para que la luna se hiciera presente. Llegamos a la entrada del bosque y seguimos el camino que llegaba directo al pequeño lago que vimos esta tarde. Cuando logro divisar el lago me detengo abruptamente, el dolor me paraliza por completo y nubla mi vista, luego de unos segundos que parecieron eternos noto con claridad a Kassie sujetandome del brazo y arrastrandome hacia el lago.

-Vamos Len, ya casi -pero noto en su voz que ella tambien esta sufriendo, por lo que respiro y empiezo a caminar con más prisa. Al llegar dejo la mochila en el suelo mientras me quito la ropa y la guardo en la mochila, cuando me doy cuenta Cassie ya esta desnuda y me tira la ropa para que la meta dentro de la mochila, con alivio y rapidez me sumergo por completo y nado hacia una pequeña cueva bajo el agua, a los segundos empiezo a sentir como mi cuerpo me pide estirarse, para luego notar una larga cola en lo que antes eran dos piernas, desvio mi vista hacia el costado y veo a Cassie en la misma situación, una larga cola reemplazan sus piernas y unas branquias aparecen a los costados de su cuello.

Nadamos hacia la gran cueva que se encuentra en el fondo del pequeño lago, esta es muy extensa y desemboca en el oceano, por lo que al cruzarla por completo nadamos libres en el gran oceano atlantico.