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Me despierto y lo primero que veo es tierra, cubierta por vegetación que se extiende hasta donde mis ojos no llegan a ver. Lentamente me incoporo y reconozco el lugar en el que me encuentro, es el pequeño lago en el que entramos anoche, puedo ver por la poca luz que se cuela entre los árboles lo que me dice que recién esta amaneciendo. Busco a Kassie y la encuentro aún dormida a unos metros de distancia, me levanto y busco mi mochila entre los arbustos donde la escondi, la saco y me pongo algo de ropa. Al terminar me dirijo a donde esta Kassie y con delicadeza la despierto.

-Kass... Kassie, ya tenemos que irnos, ¿puedes levantarte? -pregunto con voz suave y calmada.

Kassie abre sus ojos, minutos despues se incorpora y me mira, inspecciona el lugar y se va en busca de su ropa. Una vez lista me habla.

-Dime la hora -ordena.

Busco el celular en mi mochila -las ocho menos cuarto -respondo.

-Bien, camina.

Tardamos un poco más en volver puesto que nuestros cuerpos se sienten cansados y adoloridos, al llegar al orfanato lo rodeamos y trepamos por la estructura de madera hasta la ventana de la habitación, una vez dentro Kassie cae rendida en su cama mientras yo acomodo las cosas que lleve y retiro las almohadas de mi cama. Destrabo nuestra puerta y me acuesto, segundos despues caigo completamente dormida.

(...)

Despierto y veo la hora en el reloj de pared, cinco y media. Rapidamente me levanto y veo a Kassie aún dormida, decido dejarla descansar un poco más y recojo algunas cosas para poder bañarme, una vez lista salgo y voy al baño.

Lleno la bañera de agua, mientras me desnudo y desenredo mi cabello, cuando esta llena me sumerjo.
Media hora despues decido que debo salir porque soy una pasa, asique me visto y vuelvo a mi habitación, donde encuentro a Kassie aún dormida.

-Kass, es tarde ya deberías levantarte -le aviso, salgo de la habitación y me dirijo a la cocina por algo para comer.

-Helena, por fin ¿donde esta Kassie? -la voz de la hermana Dorotea me sorprende y hace que pegue un salto, doy media vuelta y la encuentro parada con ambas manos en su cadera y una mirada de desaprobación en su rostro.

-Oh... ella bueno, esta en el baño, creo -digo tratando de safar de la situación.

-Te lo dejo pasar solo porque dentro de poco voy a extrañarte mucho, ya anda a comer -y sin tener que repetirlo corro hacia la cocina.

Despues de comer salgo al patio trasero y me siento entre los pastos, no pasa mucho cuando siento que alguien se sienta junto a mi.

-Asique... ¿asustada? -me giro y veo a Jackson junto a mi.

-Un poco -confieso, él me mira y levanta una ceja. Me incorporo -bueno tal vez más que un poco -admito, Jackson sonrie y pasa su brazo sobre mi hombro apretandome hacia el.

-Ay Leni Leni, ¿qué vas a hacer sin mi? -me rio -no te asustes, vas a tener a Kassie que seguro te volvera tan loca que no te quedara tiempo para pensar -bromea.

Lo empujo y se rie, lo miro y pienso en lo mucho que voy a extrañar esto, en lo mucho que extrañaré a todos aqui. El nota mi semblante triste.

-No te pongas asi, voy a visitarte y dentro de un par de años me vas a tener a mi tambien. -

-Esta bien, de igual forma vendre cada vez que tenga oportunidad. -respondo un poco más animada.

-¡Así se habla! -exclama, se levanta y vuelve adentro, me recuesto sobre el pasto y observo el cielo.

-¿Otra vez vas a dormirte? -Kassie me mira y se sienta.

-No, solo disfruto la vista -contesto.

-Vamos a salir, me aburro -dice de repente -voy a llamar a Richard y saldremos por un helado o lo que sea.

-Mmm... dame cinco minutos más y luego vas a llamarlo -digo. No pasan dos segundos que escucho sonar el celular de Kassie.

-Hola, ¿estas ocupado?... No interesa vamos por un helado, si dentro de quince minutos esta bien, chau -cuelga y me mira -Bien, Richard pasa en quince, ve a cambiarte. -

Sin ganas me levanto y voy directo a la habitación, me pongo un short y una remera simple y ajustada, bajo y Richard y Kassie ya estan en la recepción.

Caminamos hacia la heladería mientras Richard y Kass charlan sobre los preparativos para la mudanza. Richard nos llevara en su auto hacia Manchester, al pequeño departamento que pudimos comprar con los ahorros de años de trabajos de medio tiempo y mucha ayuda del horfanato.
Entramos a la heladeria y Richard se adelanta para pedir nuestros helados, mientras Kassie y yo nos sentamos en una mesa. Luego de unos 5 minutos Richard vuelve con nuestros helados en mano.

-Leni no te gires pero, hay un chico unas mesas atrás que no deja de mirarte desde que llegamos -dice Kassie, Richard sigue su mirada y al encontrarse con el susodicho rie por lo bajo.

-¿Qué?... -cuando intento girarme para poder verlo siento como alguien tira de mi cabello -¡auch! ¿por qué hiciste eso? -miro enojada a Kassie que tiene una sonrisa en la boca.

-Para que no te gires como el exorcista y quedes como una tonta -dice con sorna, la miro molesta y sigo con mi helado cansada de la situación.

-Bueno, tal vez venga a pedirte tu numero -sugiere richard, lo miro como si le hubiera salido un tercer ojo.

-¿Estás ebrio? -pregunto confundida, Kassie lo codea aguantando la risa

-Bueno... no en todos lados se ven a personas como vos -dice.

Me rio con sarcasmo -¿personas como yo, que? -lo pincho - ¿Pelirrojas? -sigo, un poco molesta.

Dejo mi helado sobre la mesa y me dijiro hacía el baño, al entrar lo primero que veo son mis ojos reflejados en el espejo, uno celeste, el otro cafe.
Me quedo en esa posición observando mis ojos, nunca me gustaron porque llaman demaciado la atención y eso no me gustaba demaciado.

Lavo mis manos y mojó mi cara hasta que escucho como alguien golpea la puerta.

-Leni, ya nos vamos, te esperamos afuera -me avisa Kassie.

-Ok ya salgo -espero hasta escuchar sus pasos alejarse, me acomodo un poco el cabello y abro la puerta, derrepente siento algo firme y duro chocar conmigo, doy un paso hacia atras y sobo mi frente mientras levanto la mirada.

Frente a mi un chico me miraba con gran molestia mientras yo solo me quede allí parada completamente hipnotizada.

Tenía el cabello color negro azabache con unos hermosos risos que empezaban a notarse, ojos color azul tan intensos que comenzaba a sentirme nerviosa, la mandíbula marcada los hombros anchos y era tan alto que me sentia insignificante frente a el, cosa que no era muy dificil teniendo en cuenta que media 1;55. De pronto él carraspeo y volví a la realidad, lo esquivé y corri de vuelta hacia afuera.

-Era el chico que te miraba, ¿hablaron? -pregunta Kass emocionada, la miro como si le hubieran salido cuernos y respondo.

-No hablamos, me lo choque al salir del baño -un poco molesta le quitó mi helado a Richard y comienzo a caminar -¿nos podemos ir ya?, quiero empezar a empacar las cosas -los chicos se miran y me siguen.





El despertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora