¿Y ahora qué? // Warmi

11. Siempre juntas.

—mira lo que he encontrado –comentó la rubia de ojos verdes con un libro en la mano.

—¿que es eso? –preguntó Ana, Mimi le enseñó la portada en la que se veía una foto de toda la familia junta, la morena sonrió mientras veía como la de ojos verdes se acercaba a ella, Mimi se sentó a su lado abriendo la primera página de ese álbum de fotos.

Las primeras fotos que vieron ya hicieron que los ojos de las dos se aguaran.

En esas fotos salían las dos de pequeñas, no tendrían más de cinco años, recuerda que ese día estaban jugando en el jardín de casa de Ana.

—¡Alfred! ¿Juegas con nosotras? –preguntó la morena, al ver a su hermano, el de rizos se acercó sonriendo.

— ¡hala! ¡Haznos fotos! ¡Haznos fotos! –dijeron las dos niñas dando saltitos cuando vieron que Alfred llevaba una cámara.

El moreno les hizo caso, tomando algunas imágenes de las dos chicas saltando y riendo, tomó otra en la que salían bailando, las dos daban vueltas y saltos por el jardín, y una ultima foto en la que las dos chicas se daban un beso muy inocente y tierno.

Ana todavía recuerda el día que revelaron esas fotos, iba con su madre y Alfred, el moreno era el que llevaba el sobre con todas las fotos, y Ana lo único que hacía era dar saltos para intentar quitárselo ya que las quería ver, cuando se metieron en el coche la morena le suplico a su madre poder ver las fotos, a lo que está accedió, Alfred abrió el sobre, parecía que buscaba una en concreto.

El de rizos aprovechó que su hermana pequeña se había puesto a mirar por la ventana enfadada ya que no le daba las fotos, para sacar una única imagen y guardársela.

También recuerda como su hermano años después le dio esa foto un poco arrugada, pero todavía perfecta.

En la siguiente pagina había otras tantas fotos, seguían siendo de Ana y Mimi, había una foto de su primer día de colegio, ese día también lo recuerda.

—Mimita ¿estas nerviosa? –preguntó la morena mirando a su amiga, la rubia negó sonriendo.

—no, estoy.... ¡emocionada! Ana somos súper mayores ya –contestó la rubia riendo, Ana sonrió un poco más, si su mejor amiga no estaba nerviosa ella tampoco lo iba a estar, igualmente la rubia que la vio preocupada le sujeto la mano entrelazando sus dedos, Ana le miró con una sonrisa.

—venga chicas que llegamos tarde –dijo la madre de Mimi.

—esperad, no os mováis, sonreíd –dijo el padre de Ana mientras le hacía una foto a las dos niñas que sonreían felices.

En el resto de instantáneas ya eran un poco más mayores.

Ana puso su vista en una foto en concreto, y las lágrimas que llevaba aguantando un rato de la emoción por los recuerdos, empezaron a caer.

Era una foto que se hicieron en su rincón especial, la ultima foto antes de que las separaran, salían las dos abrazadas a contraluz con el atardecer de fondo.

Esa foto tenía mucho significado para las dos.

—pero no llores –dijo Mimi acercando a la morena a ella misma y abrazándola.

Había otra foto al lado de esta ahí ya habían pasado los años, fue de la primera vez que fueron a patinar sobre hielo, en navidad, con Marta.

Había dos imágenes de ese día una al lado de la otra, en la primera estaban en la pista de patinaje, y en la segunda tomándose un chocolate caliente, Marta tenía toda la cara llena de chocolate lo que les hizo reírse unos segundos.