The Stupid Boy from Instagram [#1 B.G.A.F]

T.S.B.F.I#29

La joven pelirroja baja las escaleras para encontrarse con su "querida" madre. Estaba algo enfadada, siempre cortaba sus conversaciones.

-¿Qué quieres?- le pregunta delante de ella con los brazos cruzados.

-Iremos al cumpleaños de un amigo de tu nuevo padre.- explica arrogante y con una sonrisa.

-¡Él nunca será mi padre!- exclama la joven enfadada y echando chispas por los ojos.

-¡Me da igual! La cuestión es que tendremos que ir, ¿vale? Será dentro de unos días por lo que deberás a comenzar a buscar un bonito conjunto.- dice antes de ponerse su abrigo de piel, coger las llaves, su bolso y salir de la casa haciendo que el sonido de los pasos de sus tacones de punta de aguja resuenen por la mansión.

Con la cabeza gacha, la mirada oscura y sin sentimientos, los puños cerrados y la mandíbula apretada la chica decide subir a su habitación; sabe que necesita hablar con alguien. Al principio pensó en llamar a alguna de sus amigas, después pensó en llamar a Franck pero al final lo que hizo fue sentarse en su cama y comenzar a sollozar mientras achuchaba un cojín en forma de perro de color blanco.

¿Por qué todo era tan difícil? ¿Por qué tanto la familia de su padre y de su madre querían que todo fuera perfecto? ¿Es que ella no podía hacer o decidir lo que quisiera o no quisiera hacer? 

A veces se sentía como un pez fuera del agua, ella muchas veces sentía como si hubiera sido un error en las vidas de sus familias; ¡por Dios, que se hubieran puesto protección antes de mantener relaciones para así ella no tener que sufrir! Otras veces simplemente pensaba en hacer una maleta y marcharse de casa para así poder viajar por el mundo (sabía que necesitaría trabajo pero ya tenía algo pensado...)

Con el corazón acelerado y aún con lágrimas en los ojos decidió hacer lo que nunca antes se hubiera esperado: se concectó en Instagram y llamó a el mismísimo Mickel Culppeper por vídeo llamada.

Sus manos le sudaban provocando que su teléfono móvil se le estuviera resvalando mientras leía en la pantalla "llamando..." una y otra vez hasta que esas palabras desaparecieron dejando ver unos ojos azules, los cuales la miraban impresionado y extrañado.

-¡Pelirroja!- exclamó preocupado mientras el corazón de la otra se paró por un segundo... Ella no sabía si lo que había hecho era lo correcto pero se sintió mejor al oír la voz del que ya consideraba como un amigo.

-Hola Mickel.- susurra mientras seca sus últimas lágrimas con el borde de su jersey.

-¿Qué te ha pasado?- el chico obsevaba el rostro de su amiga con los ojos abiertos, preocupado, veía claramente cómo los ojos de esta se encontraban rojos y sin algo de vida; apagados.

-No pasa nada.- Manuela se limita a sonreír lo mejor posible.- Simplemente me aburría.

El chico asintió pero comprendió a la primera que Ella no quería hablar sobre el tema por lo que se limitó a devolverle una sonrisa. Él tenía mucha curiosidad a cerca de lo que le había ocurrido a la chica, al fin de al cabo ella le importaba mucho..., más bien le importaba demasiado porque esa chica le gustaba. Le gustaba tanto que por las noches llegaba a soñar con su sonrisa y su pelo pelirrojo, puede que solo le gustara o puede que estuviera enamorado de ella; ¡él qué sabía sobre el amor! Lo único que entendía sobre el amor es que si algo te gusta debes intentar conseguirlo.