tal vez sea mi intuición muy traicionera.
o será que quizás sólo tiene en parte su razón.
pero te pienso, me acerco, te observo.
y cuanto más me esfuerzo en entenderte, más me pierdo en tus incongruencias.
a veces, me llenás de amor.
a veces, tomás distancia.
¿quién sos? ¿qué sentís?
¿quién soy? ¿qué somos?
me sigo sintiendo estúpida por aquello que pasó.
¿cómo estaríamos ahora si no lo hubiera hecho?
me ahogo, me estremezco.
y a veces, sólo quiero gritar.
quiero llegar a una respuesta, pero apenas puedo escucharte.
y te siento lejos, más allá de los kilómetros.
te esperé callada, inmersa en la frustración.
y ahora sólo acumulé más tiempo.
quiero abrazarte, mirarte a los ojos.
sentir tu mano en mi cintura, decirte que te quiero.
pero entre tantos meses, olvidé tu tacto.
y entre tanto texto, perdí tu voz.
a veces me pregunto, si aún después de tanto tiempo, recordás lo que sentís.
aunque en el fondo, realmente me pregunto si en verdad te hago sentir.
porque es que sos tan versátil, polivalente.
pero al mismo tiempo caigo en que yo suelo estar rota.
tu peligro me atrae, me consume y me confunde.
y a veces quiero decirte, que tu ego me harta.
sé que te encanta tenerme atrás tuyo.
y a mi me encanta que a vos te encante.
pero no quiero que mi función sólo consista en elevarte.
