el mundo está muerto
nuestro cielo también
oscuro y olvidado
por un amor que nunca fue
quise escapar de esta herida
y aún más me hundí en mi ruina
tu ambivalencia es mi bandida
me ata, me suelta
y me tira a un sin salida
cautivada por tu esencia
me enamoré de tu grandeza
de tu expresión fría
de tu belleza
idealicé tu simpleza
me atrapó tu delincuencia
y sucumbí ante tu ciencia
sos la estrella
la luz del sol
soy mi ocaso
mi odio, mi rencor
te esperé entre ascuas
entre miedos y dolor
ahora es otra alma
la que te ama con locura
y mientras tanto yo
sigo aferrada a tu armadura
sos como un demón
te paseás entre la ausencia
y los latidos de mi corazón
me indigna tu indecencia
de no saber que soy yo
la que quedó acá por vos
flotando entre el arduo viento
y las tejas de color
bailando entre mi sentir
sufriendo ante el no vivir
no querer ser
ni tampoco poder morir
como una novia sin velo
me arrancaste el caparazón
te lo llevaste con vos
y ahora quedé desprotegida
incertidumbre sólo queda
más cenizas en la hierba
mis emociones me queman
ya no puedo volar alto
me perdí entre tus encantos
tus auras y mis espantos
me acarician con cobardía
escabulléndome fría
entre una espesa neblina
te vas y quedo yo
ahogada en el colchón
extraño y anhelo un cielo
en el que estemos los dos
tu adorada astronomía
y mi estúpida poesía
