TaeHyung recorrió los pasillos del palacio con lentitud, escuchando la conversación que su alfa mantenía con su mejor amigo, estando pendiente de todos los preparativos para la visita de las otras manadas, la cual sería al día siguiente.
— Las habitaciones han sido ordenadas y decoradas para la llegada de los líderes y sus parejas — comentó JungKook — el líder Park, el líder Min y el líder Wang tienen su propia habitación, la cual compartirán con sus respectivas parejas. Sus guardaespaldas tienen habitaciones cerca de las suyas para que puedan protegerlos ante cualquier peligro.
— Perfecto — pronunció — ¿pediste el banquete?
— Las omegas se encargarán de hacer las compras respectivas para el banquete de mañana. El gran salón está listo para recibirlos y toda nuestra gente está muy entusiasmada con la llegada de nuestros aliados, han organizado varias reuniones para embellecer el pueblo.
— Me alegra saber que comparten nuestro entusiasmo, estas alianzas no harán más que ayudarnos a protegernos de nuestros enemigos y garantizar el bienestar de nuestros pueblos. Que ellos hagan algo por hacerlos sentir cómodos, habla muy bien de la importancia que les toman a nuestros lazos.
— Todo saldrá perfectamente.
— Creo lo mismo — aceptó el castaño. Su mirada se dirigió a su omega, quien había quedado en silencio todo el trayecto, algo que le preocupó — ¿podrías encargarte de lo restante? Deseo pasar un momento a solas con mi pareja.
— Tenemos una reunión en menos de una hora, así que prométele a tu omega un paseo nocturno, sería una buena manera de recompensar el que tengas que dejarlo solo.
JungKook le guiñó un ojo y se retiró de allí, dejando a la pareja completamente sola.
HoSeok se acercó al más bajo y acercó el cuerpo del menor a su pecho con suavidad. TaeHyung recargó su frente en el pecho del más alto, disfrutando de la sensación de estar entre sus brazos y aspirar su exquisito aroma.
— ¿Sucede algo, amor? — preguntó con cautela.
— Anoche sucedió algo conmigo, hyung — el sonrojo en sus mejillas apareció inmediatamente, aun sentía vergüenza de lo que había ocurrido la noche anterior y no sabía si era correcto decirle a su alfa sobre lo ocurrido — no sé cómo decírselo.
— ¿Fue algo malo?
— No lo catalogaría como algo malo, pero me sentí muy avergonzado por ello — alzando la mirada, se aferró al pecho de su pareja y sintió sus mejillas arder por el recuerdo — y-yo... me toqué a mí mismo.
HoSeok comprendió de inmediato a lo que se refería. Sabía sobre el proceso de celo de un omega, pues había visto casos muy similares al de su prometido. Los omegas tenían su primer celo de manera tardía, tenían que cumplir los 16 años para que sus lobos tomaran aquella madurez sexual que los convertirían en parejas preparadas para acoplar y crear una manada. Sin embargo, los alfas tenían un ciclo de celo muy diferente, pues de ellos empezaba a los 14 años.
La madurez sexual en un alfa era muy diferente, pues éste sufría diversos cambios en aquel proceso. Su voz se volvía más gruesa de lo que habitualmente era, pues necesitaban desarrollar su voz de mando. Su miembro crecía hasta alcanzar el tamaño adecuado y desarrollar el nudo que internarían en su pareja. Sus facciones se volvían más definidas y toscas, sus músculos se marcaban y tonificaban, su lobo se volvía más demandante y crecían paulatinamente.
Sin embargo, para los omegas era muy diferentes. Los omegas se preparaban para concebir cachorros y ser los jefes del hogar. Su madurez sexual empieza a los 16 o 17 años, dependiendo de cada omega, los cambios físicos son notorios y fáciles de identificar. El cabello de los omegas tiende a crecer más rápido que el de los alfas, su voz se vuelve un poco más aguda que el de sus compañeros dominantes, sus curvas se acentúan y su piel se vuelve más suave con el correr del tiempo. Su lobo se prepara para recibir la marca del alfa y tener un vínculo formado con su pareja.
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Adult Ceremony.| Hopev.
Fanfiction[OMEGAVERSE; adaptación] «Jung HoSeok, el gran alfa de la manada Jung. Kim TaeHyung, el hijo menor de los Kim. Ambos han estado comprometidos desde siempre. Ambos se aman. Ambos se desean. Pero, ¿sería correcto para Jung, tomar a su...