Adult Ceremony.| Hopev.

Final.

Jung suspiró cansino mientras revisaba los documentos sobre su escritorio. Cerró la carpeta llena de documentos y la retiró hasta desaparecerla de su vista por unos minutos. Le dolía el cuello por haber estado en la misma posición por horas. Los informes de comercio con otras regiones llegaban a diario, llenándolo de completo orgullo, pues su pueblo estaba haciendo un excelente trabajo. Sin embargo, el papeleo y los documentos por revisar también estaba aumentando, dejándolo agotado y sin tiempo para compartir con su familia. 

Una sonrisa apareció en sus labios al ver el retrato de su familia, sobre su escritorio. Seguía sorprendiéndose por la velocidad en la que el tiempo se movía y pasaba desapercibido. Su pequeño Soobin había crecido fuerte y sano, presentando características de un valiente alfa, mucho antes de que sucediera su presentación oficial. Aunque su personalidad era tímida y cálida, su contextura y fuerza, lo catalogaban como un alfa y eso mantenía al mayor contento, pues tendría a un pequeño aliado para poder proteger a su adorado omega. 

TaeHyung parecía ponerse más hermoso con los años, no solo lucía jovial y feliz, también mantenía, intactos, su valentía y el talento con la espada. Como era de esperarse, su labor como omega de la manada no fue un obstáculo para el menor, realizaba todas sus responsabilidades sin queja alguna, ayudando en las decisiones de su alfa y manteniendo su hogar en orden.  

— Tenía la mínima esperanza de que te encontraras con JungKook, pero veo que no has abandonado esta oficina desde la mañana, ¿o me equivoco?  

Sus ojos se posaron en la figura de su omega, quien mantenía su cuerpo recargado sobre el marco de la entrada. 

— Tengo mucho trabajo, ni siquiera tuve tiempo de almorzar.  

— Estás descuidándote por el trabajo y eso no está bien, — el menor se acercó a paso lento hacia el mayor, quedando justo detrás suyo y empezando a realizar pequeños masajes en sus hombros, — Soobin preguntó por ti en el almuerzo.  

— Traté de terminar rápido, pero es imposible hacerlo con la cantidad de reportes que llegan al día. No me malentiendas, adoro que nuestra manada esté progresando, pero el trabajo que se me da como alfa, está matándome del cansancio. — Jung suspiró pesadamente mientras disfrutaba del masaje. — ¿Dónde está Soobin ahora? 

— Tal vez con Yeonjun, — se encogió de hombros — siempre están juntos, a pesar de llevarse 5 años de diferencia. 

— Tal vez porque es el único niño dentro del palacio. 

— Puede ser. 

Ambos se mantuvieron en silencio mientras disfrutaban del momento. TaeHyung sabía sobre la tensión que su alfa sentía, se le notaba cansado y lleno de estrés la mayoría del tiempo, debido al trabajo. No existía día en el que no se encerrara en su oficina y se pusiera a trabajar, aquello estaba preocupando al omega demasiado, pues sabía que mucho trabajo podría dañar su salud.    

— Necesitaba tanto de un masaje tuyo, — comentó totalmente relajado — gracias, Tae. 

TaeHyung podía sentir como los músculos del castaño empezaban a relajarse. Su mirada fue a través de su cuerpo y no pudo dejar de pensar en lo atractivo que seguía siendo su esposo. Su cuerpo lucía tan fuerte y marcado como cuando era joven, solo que, esta vez, tenía un poco más de masa muscular. Su cabello castaño había crecido un poco y su rostro se mostraba más maduro que antes. A pesar de los años, el mayor seguía siendo alguien guapo y deseado por las omegas de diferentes regiones. 

De pronto una idea se plasmó en su mente, algo que sin duda ayudaría al mayor a que el estrés desapareciera y le otorgaría, al omega, la satisfacción de sentirlo una vez más.