25 de abril: Kyoya.

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Si pudiéramos definir a Sawada conejito Tsunayoshi en una sala palabra, sería: Adorable.

De verdad lo es, con los días que pasan puedo ver que no hay limites para su adorable forma de ser, actuar, y, todo. No lo sé, creo que en algún momento del que no tengo registro perdí por completo la cabeza por mi futuro jefe, supongo que eso podría sumarse a la lista de logros que tiene desde que todo esto empezó.

Cada mañana, cuando me despierto, pienso en él, cuando desayuno, cocino, golpeo herbívoros y todo lo que hago en el día.

Cuando estoy con él siento que mis problemas desaparecen, pero hoy, yo no sé como podría definir lo que sentí cuando de una manera repentina él dijo mi nombre, fue tan de repente que cuando lo escuché me quedé observándolo, él estaba emocionado contándome cosas sobre los libros que se lee, según él, de su madre y en varias ocasiones, exactamente siete, pronunció mi nombre, pero, cuando iba por la octava, dejó de hablar.

Su expresión fue, cómica y adorable, me encanta ver esos sonrojos que tiene Tsunayoshi cuando se avergüenza.

Me dieron ganas de besarlo hasta la muerte.

Eso anterior se lee raro… ¿Cómo se borra la tinta?

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[KHR] One year (1/2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora