Capítulo 21

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Liana POV

- No lo cogen. - pruebo a llamar a mamá.

- Liana, cariño. Que alegría ¿cómo estás?

- Me han expulsado del campamento, necesito que vengas a por mi.

- ¿Qué ha pasado?

- Te cuento de camino...

- Vale pero tú estás bien ¿no?

- Sí, no te preocupes. Y no le digas nada a papá hasta que llegemos por favor.

Suspira

- Vale.

x x x

- Estas castigada que lo sepas.

- ¡Voy a cumplir 18 años papá, ya estoy grande para estar castigada!

- Mientras vivas en  nuestro techo harás lo que yo te diga, te guste o no. Y si no allí tienes la puerta. Eso si, te cancelo la tarjeta de crédito. Si te vas te vas sin nada.

Matt está rojo como un tomate, serio y de brazos cruzados.
Medio media vuelta y doy un portazo al entrar a mi habitación.
Es injusto, tampoco ha sido para tanto... a ver que la he tirado al suelo y sin querer pues mira se ha caido justo donde estaba la mierda.
No te mientas Liana, le has restregado la cara en la mierda.
Me acuerdo perfectamente como mis brazos eran incapaces de reaccionar. Pero vaya, que menuda exageración castigarme por solo eso.
Abro la maleta que está tirada en el suelo y comienzo a colocar la ropa de nuevo en el armario.
Doblando unos pantalones un papelito se asoma por el bolsillo, es la tarjeta del Sweet Dreams que me dio aquella simpática chica.
¿y si la llamo?
Podría irme de casa, y si de verdad papá me cancela la cuenta puedo trabajar allí.
No, no. Yo no soy asi, asi de rebelde... dejarlos y marcharme simplemente por un mal entendido...
Un mal entendido que cabe puntualizar que ellos no entienden.
Venga, vale. Pongámonos en situación. Me marcho, ¿y dónde pienso vivir? En la calle.
Se me vine a la cabeza la casa del lago.
Pero es que la casa del lago está un poco lejos de la ciudad. Pero bueno, con el coche se llega a todas partes.

Como no, mis pensamientos van unos por encima de otros de manera discontinua. Y ya estoy llamando al número que hay en la tarjeta.

- Hola, soy Liana. La chica de la otra vez a la que le ofreciste trabajo.

- Oh, Hola guapísima. Que bien recibir tu llamada. Entonces qué ¿te interesa?

- Sí. Ahora más que nunca necesito el trabajo ¿cuándo podría empezar?

- Pásate esta noche si quieres, así para que veas como es el ambiente y te familiarices con tus nuevos compañeros.

- Vale, muchas gracias. Allí estaré.

- Asi quedamos guapa, hasta dentro de un rato. Chao.

Ahora si comienza mi gran cambio. Voy a dejar se ser esa niña pija, rica, buena, que hace todo lo que sus padres quieran.
Voy a empezar a ser yo misma, a encontrarme. A construir mi propio yo. Un yo más verdadero, un yo como nunca antes.

Eso sí, necesito llamar a alguien de confianza para transferir todo el dinero que tengo en mi cuenta. Y éstas como estan de campamento no puedo llamarlas...
¿quién me podría hacer el favor?
¿Tobias?
No, ni de coña. Tobías viviendo con mis padres si se enterara se aliaría con ellos y me jodería viva. Pero bueno, se supone que nos hemos perdonado ¿no?
Pfffff...
Ahora más que nunca es cuando hay que dar un voto de confianza y comprobar quien realmente es tu amigo y está en las buenas y en las malas.
Salgo de mi habitación y entro corriendo en la de Tobias, como si ya supieran que estoy apunto de hacer algo malo.

MÁS QUE UN HERMANASTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora