Emilio
Hoy era otro de esos días en los que parecía que el mundo estaba en mi contra.
Por la mañana mi alarma de las 6 a.m no sonó y llegué súper tarde a la universidad, eran los primeros días y lo que menos quería era que mis maestros tuvieran una mala impresión de mi.
No crean que soy el matadito de mi salo n o que usó lentes y suéter de rombos, no para nada, mis calificaciones son pasables pero me gusta ser responsable.
Perdí la primer clase, después en el receso una compañera tiró "accidentalmente" su refresco en mi playera, creo que lo hizo para llamar mi atención pero lo único que logró es que saliera enfurecido de la cafetería ignorando sus disculpas.
Cuando terminaron las clases tome mi moto y me dirigí a la casa para cambiarme, según yo tenía tiempo suficiente para llegar al restaurante pero cuando intente prender la moto la desgraciada no arrancó.—mierda— grité.
No sabia si esperar a mamá para que me llevara al restaurante ya que parecía que volvería a llover, pero no quise molestarla, probablemente en estos momentos se estaba reencontrando con su hijo y no pensaba arruinar ese momento.
Pensé un poco, si tomaba un taxi tardaría aún más así que tome mi chamarra y comencé a correr.Y bueno, mi pésimo día aún no terminaba, por ir tan concentrado en el tiempo y no mojarme terminé cayendo encima de un chico demasiado malhumorado y guapo, sobre todo.
No tenía tiempo de coquetear, así que ne levante y lo deje con todo y su berrinche.
—Emilio por el amor de Dios, por fin llegas— dijo mi amigo Esteban, aunque más que amigo y compañero de trabajo es mi casi novio. Es un chico increíble, por más de dos años ha estado conquistandome y ahora que soy mayor de edad estoy pensando seriamente en darle el si.
—lo siento tebi —me encantaba decirle así — tuve un pésimo día, llegué tarde a la escuela, tuve un accidente con mu playera, mi moto no quiso arrancar y terminé tirando a un chavo cuando venía para acá —
Esteban río por lo rápido y desesperado que estaba hablando, pero no pudo responder ya que el dueño del restaurante salió de su oficina directo a donde estábamos nosotros.
—ni creas que no se que acabas de llegar Osorio, un minuto más y estás fuera. —
Nisiquiera pude responderle ya que solo se dio la vuelta y se marchó.
No entiendo por qué me odia pero desde que entré a trabajar me trae en la mira, solo quiere un pretexto para deshacerse de mi.—hijo de puta— dije entre dientes— algún día tendré el dinero suficiente para que cuando se esté yendo a la mierda yo sea el único que lo pueda ayudar.
Yo no era vengativo, ni resentido por más que con mis últimas palabras parezca que si. Pero ese hombre me ha dado grandes dolores de cabeza y lo único que quería era darle una lección.
—no entiendo por que lo sigues aguantando emi, tus papas te han dicho que lo dejes y que ellos correrán con los gastos, sufres por que quieres cariño— habló Esteban.
—ya lo se tebi pero no quiero depender de ellos, bastante es que aún me dejen quedarme en su casa— comence a caminar hacia la cocina para ponerme el delantal, esteban camino a mi lado.
—pero que dices Emilio — río —tu papá no te dejaría en la calle así tengas 80 años y tu mama menos, eres su adoración—
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SOLO UNA VEZ ~emiliaco~
FanfictionSer adolescente es tan complicado, sobre todo cuando la figura materna no existe. Joaquín Bondoni es el chico más complicado que podrán conocer, es un Jr que piensa que todo mundo debe estar a sus pies siempre que el lo requiera. Su padre ya no pue...