SOLO UNA VEZ ~emiliaco~

3

Sin duda la llegada de Joaquín a la casa de esmeralda iba a poner todo de cabeza, pero nadie imaginaba hasta que punto.

La noche por fin había caído, el cielo estaba completamente oscuro, no había ni una sola estrella en el y solo de ves en cuando se podía notar el destello de  luz que dejaban los rayos incluyendo el sonido de uno que otro trueno.
Había sido un día bastante lluvioso, perfecto para dormir con la persona que amas todo el dia.
Lastima que que Joaquín no tenía a esa persona. No todavía.

El sonido de un fuerte trueno despertó a Joaquín de su deliciosa siesta, gruño al sentir un leve dolor en la cabeza pero se paso enseguida al envolverse en un delicioso aroma de chocolate caliente.
Hacia tanto tiempo que no disfrutaba de un riquísimo chocolate en casa, de hecho no recordaba si alguna vez lo hizo. Normalmente cuando algo así se le antojaba mandaba a una de las tantas empleadas por uno a cualquiera de las cafeterías cercanas; pero por supuesto jamás sería igual.

No pudo evitar terminar de despertar y levantarse para bajar y encontrar de dónde provenía ese exquisito aroma.
Abrio la puerta de la recámara y escucho voces provenientes de la cocina.

—como te trató, esme?— pregunto alguien. Su voz era algo gruesa inmediatamente Joaquín imagino que pertenecia al esposo de su madre.

—bien cariño, es difícil para el pero poco a poco iremos mejorando — hubo un silencio. —lo extrañé demasiado amor— termino de decir. Joaquín rodó lo ojos, por supuesto que no creía nada de ella.

Joaquín decidió terminar de bajar para por fin conocer al dichoso marido de esmeralda.

Al llegar a la puerta de la cocina se detuvo al ver la escena. 
Su madre se encontraba llorando en los brazos de su esposo, el acariciaba muy lentamente el cabello de la mujer mientras le daba pequeños besitos en la  frente.

Por un segundo Joaquín sintió que quizá era verdad que lo había extrañado, pero los recuerdos de los tantos días que la había necesitado y jamás estuvo llegaron a su mente, provocando que el resentimiento creciera aún más.

—eres una hipócrita— pensó Joaquín.

Esmeralda estaba tan perdida en los brazos de su compañero que nisiquiera se había dado cuenta que alguien los veía desde la puerta.

Joaquín se dio cuenta que si no decía algo ellos podrían pasarse toda la noche así de empalagosos y la verdad esa escénita ya lo estaba aburriendo.

—Buenas noches— hablo Joaquín. Esmeralda se separó rápidamente de Carlos, su esposo.
Este último se puso a lado de esme y tomó su mano para darle algún tipo de ánimo.

—Buenas noches Joaquín —hablo esme— mira mi amor te presento a Carlos, mi esposo— Carlos se movió de lado de esme para saludar a Joaquín, este lo observo de pies a cabeza.
No era un hombre feo, pero hay mejores, según Joaquín. Realmente así haya sido el modelo más guapo el no pensaba ser amable.

—mucho gusto Joaquín, tu mamá me ha hablado tanto de ti que hasta siento que te conozco — Carlos le tendió la mano junto con una sonrisa, Joaquín la acepto pero no dejo pasar la oportunidad para sacar un poco el rencor que tenía guardado.
Se río burlón.

—pero como? Si ni ella me conoce. Si sabes que me abandonó o no? — Carlos no pudo evitar sentirse incómodo, regreso con Esme y la abrazo por la cintura. Sabia perfectamente cuanto le había dolido a su esposa ese comentario.

—si sabes que no fue por su culpa, no Joaquín?— La defendió carlos. Escucho un "dejalo" de ella.

Joaquín había borrado la sonrisa. Desde que recuerda su padre siempre le dijo que ella lo había abandonado con el, acaso había otra versión de la historia?