SOLO UNA VEZ ~emiliaco~

1

La tarde estaba jodidamente lluviosa en la ciudad, la gente parecía hormigas corriendo para encontrar un lugar seguro para no mojarse.
El claxon de los vehículos sonaban tan fuerte y tan seguido que provocaban dolor de cabeza a cualquiera que estuviese a lado de ellos, era una locura.

Parecía un día "casi normal" para todas las personas, excepto para uno.

Joaquín Bondoni.

Un chico de apenas 17 años que acababa de llegar a la ciudad, según su padre en algún momento había vivido aquí pero para el era tan desconocido, tanto que llevaba poco más de una hora perdido y no tenía ni idea a donde tenía que ir.
Según las órdenes de su padre eran que  al llegar al aeropuerto debía irse con la persona que llevara la cartulina con su nombre y si aún no llegaba la esperará. Pero vamos, es Joaquín Bondoni el chico más rebelde que jamás han conocido, obviamente no esperaría a nadie.
En cuanto el avión aterrizó y el pudo recoger su maleta se fue directo a un taxi para que lo llevaran a un lugar lindo, el taxista muy amablemente lo llevó a un parque enorme que se encontraba en el centro.
Después de media hora recorriendo el parque se aburrió y decidió irse a su nueva casa ya quería conocer a su "madre" para hacerle unas cuantas travesuras y hacerla rabiar.
Un sentimiento de pánico le entró cuando no sintió su celular, buscó en cada bolsillo del pantalón incluso hasta en la maleta pero no encontró nada. Hizo un recorrido nuevamente por todos los lugares donde había pasado pero no encontró nada.

El día no podía ir peor.

Retiro lo dicho, si podía.

De pronto comenzó a llover, tan recio que en menos de un minuto la gente ya estaba empapada, Joaquín corrió lo más recio que pudo mientras jalaba la maleta, los chorros de agua ya lo habían mojado completamente pero necesitaba salvar al menos un cambio de ropa.
No tenía idea cuántas cuadras había corrido, la esperanza de salvar un poco de ropa ya no existía así que se resignó y comenzó a caminar despacio. La lluvia golpeaba su rostro, gotas de agua bajaban por todo su cuerpo, una que otra lágrima se mezcló con el agua, pero claro, eso nadie lo podía notar.

—mierda, fíjate imbecil — parecía que hoy todo estaba en su contra, primero su padre lo corrió prácticamente de su casa, llegó a una ciudad horrible, tendría que vivir con la mujer que lo había abandonado, perdió su celular, se perdió el, la lluvia lo mojó y ahora un idiota chocó con el hasta tirarlo al suelo. No tenía idea cómo sobreviviría en este lugar.

—Dios, disculpa amigo es que llevo prisa, ya casi es mi hora de entrada y si llego tarde me despedirán — era un muchacho joven, casi de su edad. Pero a Joaquín eso que le importaba, al contrario, se enojo más por que un "mugroso empleado" como el les llamaba lo tiro.

Apenas iba a comenzar a insultarlo hasta destruirle toda su estabilidad emocional cuando el joven de rizos largos retomo su postura y siguió corriendo. Eso sin duda había puesto aún de más mal humor a Joaquín.

—aghh, malditos pobres— gruño.

Siguió caminando hasta que encontró una caseta telefónica, le hablo a su padre para decirle que estaba perdido en quien sabe donde, el hombre obviamente pregunto por que había salido si le dijo claramente que debía esperar a lo que el respondió que solo quería conocer la ciudad.

—por el amor de Dios Joaquín, deja de meterte en problemas, te lo dije muy claro que a partir de ahora eres responsabilidad de tu madre así que le hablaré para que valla por ti, y desde ese momento olvidate que existo ok?—

Mentire si les digo que las palabras de Sergio Bondoni no lastimaron a Joaquín, por que si lo hacía.
Después de colgar se limpió una lágrima y siguió caminando, no iba a quebrarse no por el.

20 minutos más tarde un coche pequeño se estacionó frente a el, alzo la mirada cuando vio a una mujer (sinceramente hermosa) ir hacia el.

—Joaquín? Hijo eres tu?— la mujer parecía entre sorprendida y asustada, iba tan de prisa hacia Joaquín que la primer reacción de el fue quitarse de donde estaba.

—eres Esmeralda?— pregunto el. Ella no lo dejaba de ver.

—sii mi niño. Por fin mi amor, por fin te tengo de nuevo — de un momento a otro ya tenía a la mujer encima de el, lo abrazaba con tanta fuerza como para que nadie los alejara.
—no sabes cuanto te extrañe mi amor— beso su frente. —te amo, te amo.—

—basta señora— dijo de golpe Joaquín, ella se separó con la cara toda asustada.

—¿que sucede mi amor?—

—deje de decirme así, yo nisiquiera la recuerdo.— la cara de esmeralda de desfiguró por completo, toda aquella emoción se había ido.

—Joaquín...— le dijo. Las palabras del joven la estaban lastimando, pero eso obviamente no le importaba a Joaquín .

—vámonos ya no? Estoy demasiado mojado necesito cambiarme y estoy seguro que toda mi ropa está mojada— esmeralda aun seguía shockeada por la actitud de su hijo, como era posible que un niño tan tierno como lo era antes se había convertido en alguien tan...así, como el.
—¿no escuchas? Vámonos ya— se subió al coche en el lado del copiloto, le dejo la maleta a su madre para que la subiera.

Un minuto después el auto ya estaba en marcha.

Esmeralda nunca había manejado tan nerviosa y con tanto silencio nisiquiera cuando manejaba sola.
Viajaron 30 minutos más, la casa no estaba lejos pero el tráfico y la lluvia no ayudaba nada.

—dime que no es cierto? Aquí vives? Aquí voy a vivir?— Joaquín estaba frente a la casa de su madre, ahora también su casa. No era pequeña, para nada pero el joven Bondoni estaba acostumbrado a algo mucho más grande y lujoso.

—vas a tener tu propio cuarto hijo— dijo esme, quien ya se encontraba abriendo la casa.

—pues solo eso faltaba, que tuviera que compartir un cuarto —

Ambos entraron, Joaquín observaba todo.

—puedo imaginar la vida que tenías con tu padre, hijo. Pero el dinero no lo es todo mi amor, aquí estarás bien, te prometo que nada te va a faltar.—

El la miro como si hubiera dicho un chiste horrible, ella sintió un dolor en el pecho.

—y vives sola?— pregunto Joaquín, no le interesaba en lo absoluto pero si había más personas para el seria más divertido.

—no cariño, emm, yo me casé hace algunos años vivo con el y su hijo que por cierto son casi de la misma edad, creo que podrían llevarse bien— dijo con un poco de miedo pues su otro hijo no se parecía en nada a este.

—mmm, y donde están?—

—trabajando cariño, llegaran más tarde los dos así que prepararé una cena deliciosa para que se conozcan ok?— a pesar de la actitud de su hijo, esme estaba feliz por tener a su hijo de nuevo.

—pues si no hay otra opción...—

Esmeralda suspiro. Sabia que la presencia de Joaquín cambiaría muchas cosas en su vida, pero no importaba, era su pequeño y ella lo amaba.

_________________________________________

Holaaa chicos!!!🤭

Espero que le den le oportunidad a esta nueva historia que como las demás estoy haciendo con mucho amor.
Para los que no me conocen, mi nombre es Lizeth 🤭 Liz o Lizzi para ustedes❤
Es mi tercer fic emiliaco y pues nada, ojalá les guste🤭❤