EMILIO
Durante toda la cena me la pasé incómodo por la presencia de Joaquín.
Era demasiada la tensión que se estaba creando entre nosotros. El chico parecía divertirse ahora que sabía me tenía en sus manos.En cuanto terminamos de cenar subi a mi recámara para darme el baño que no pude darme antes. Me fue inevitable sentirme incómodo bañarme ahí pero no tenía otra opción.
Cuando salí del baño escuché mi celular sonar en algún lugar de la habitación, cuando lo encontré supe que era Esteban.—hola guapo, como estas?— suspire. Había estado tan tenso esta última hora que escuchar la voz de este increíble chico me hacia sentir mejor.
—de la chingada tebi. El hijo de Esme es un puto grano en el culo— dije molesto. Y es que era verdad, el tipo se la pasó toda la cena haciendo sentir mal a todos.
—uy, ya veo. Para que tu te pongas así realmente debe ser un grano en el culo.— se rió. Yo rodé los ojos.
—no tienes idea cuanto. Bebé el tarado se la pasó lanzando comentarios hirientes a Esme y tu sabes perfectamente el Ángel que ella es. No mames me dieron unas ganas de romperle la madre ahí mismo para que aprendiera a respetarla.— dije furioso. Si algo me jode es que se metan con ella, es mi madre, el Ángel que mi verdadera mamá mando desde el cielo para mi papá y para mi.
—oh mierda, no pues hasta yo bebé, Esme no merece que la traten mal.— se escuchaba algo molesto. Y es que también se lo mucho que el quiere a mi mamá, y ella a el.
—y bueno, a parte de ser un pendejo cuéntame como es. Se parece a esme?— sonreí al escucharlo, Esteban siempre ha sido muy curioso y sabia que estaba impaciente por saber un poco más de él.
—pues fijate que no le puse mucha atención — el recuerdo de su cuerpo desnudo llego a mi mente provocando que toda mi cara se enrojeciera.
—bueno, sin duda tiene los ojos de Esme y los labios también. Pero su nariz debe ser de su padre, no lo sé...—estaba con los ojos cerrados recordando su rostro, no me había dado cuenta todo lo que había dicho hasta que Esteban habló.—ooh, entonces no le pusiste mucha atención — dijo serio. —pues valla, si tiene todo eso de Esme debe ser realmente guapo. —
Pase mi mano por el rostro algo fastidiado por la conversación, por alguna razón hablar de él con Esteban no se me hizo cómodo así que desvíe el tema.
—aja. Oye y tu que tal? Mañana sufrire demasiado sin ti en el trabajo, estoy pensando seriamente en pedir que me cambien el descanso junto contigo, no creo poder soportar a aquel imbecil yo solo.—
Escuche su risa del otro lado del teléfono, esto siempre se lo decía cada semana pues cada vez era menos la paciencia que le tenía a mi jefe...
Así fue como cambiamos el rumbo de la plática que duró más o menos 40 minutos, después de eso me quedé profundamente dormido.
[...]Levantarme de la cama había sido una tortura,estaba tan calientito que solo quería quedarme allí hasta tarde y después tomar un poco de café, pero eso no era posible, no podía faltar a la universidad y menos al trabajo o lo perdería. Así que con todo el dolor de mi corazón me tuve que deshacer de las sábanas y después arreglarme para el día de hoy.
Casi arrastrando los pies baje las escaleras en busca de un café que me terminará de despertar. Casi me caigo cuando di el último paso en las escaleras gracias a una extraña cajita mal puesta.
Estuve a punto de patearla pero imagine que podría ser de mi mamá así que la levante y guarde en mi mochila pues no tenía tiempo de dársela.Sabia que hoy sería un pésimo día como todos los martes que Esteban descansa, pasé toda la mañana mentalizandome que tendría que aguantar al imbecil de mi jefe y a gran parte de los clientes. Al final lo único que logré fue un gran dolor de cabeza.
JOAQUÍN
La mañana estaba siendo bastante fría, era de esperarse por la noche tan lluviosa que pasamos.
Se sentía bastante bien amanecer calientito a pesar que afuera la temperatura era muy baja. Es extraño ya que donde vivía también hacía frío e incluso tenía calefacción pero este calorcito de mi nueva recámara se sentía mucho mejor.Me estire un poco antes de levantarme, posteriormente me dirigí al baño. Mientras hacia mis necesidades recordé la noche de ayer fue inevitable soltar una sonrisa maliciosa por lo que había pasado.
Al principio me molestó que el desconocido me observara mientras me bañaba, pero enseguida me di cuenta que Emilio no tenía ninguna intención de hacerlo, y si, se quedó viendo, pero quien no lo haría? Osea, soy Joaquín Bondoni.
Después de lo sucedido no podía desaprovechar esta oportunidad de divertirme con Emilio, el pobre es tan débil de mente que seria muy fácil hacerlo fastidiar.
Salí del baño a los pocos minutos, busqué mi maleta para averiguar que ropa podía salvar y cual no pero ya no estaba.
Bajé rápido hacia la cocina en busca de la única persona que pudo haber sacado la maleta de mi recámara.—ESMERALDA! DONDE DIABLOS ESTA MI ROPA?— le grite cuando llegue hasta donde estaba. Ella pegó un brinco por el susto.
—Joaquín por dios no grites. Que no se te olvide que soy tu madre.— dijo seria. "Mi madre" pensé, la misma que faltó cuando tenía pesadillas, la que no me consoló cuando se me cayó el primer diente, la madre que faltó cuando me rompieron el corazón...ella no merecía jamás que la llamara así.
—te queda grande ese nombre ES-ME-RAL-DA.— le contesté. Ella me miraba a los ojos como si no creyera que le estaba faltando el respeto, pero es que realmente no lo merecía.
—dime donde esta mi ropa para salir de una vez a buscar escuelas— dije ya harto. Como perdí mi celular ahora tendría que buscar personalmente cada maldita preparatoria, no podía dejar pasar más tiempo ya que podría perder el año.—No es necesario Joaquín, yo estuve viendo algunas opciones, las podemos ver ahora mismo si quieres— su voz era distinta. Había un poco de temblor en ella pero me importó tan poco que lo deje pasar.
—como quieras, ahora dame mi ropa— levante una ceja al ver que no se movía de su lugar. Ella me miraba incrédula ante mis palabras.
—aún no está lista, como se había mojado pensé que sería buena idea lavarla antes que se terminara de dañar. No tardaré mucho, puedes ponerte algo de Emilio si quieres.—
Suspire profundo y sin responderle nada subi a la habitación de nuevo. Abri el clóset y saqué unas prendas que se encontraban ahí. No había absolutamente nada a mi estilo pero tampoco me pensaba quejar.
Cuando termine de arreglarme recordé algo demasiado importante, me maldije por haberlo olvidado.
En la maleta había una pequeña cajita de plata, me la había regalado mi padre cuando era niño pero su contenido era lo que realmente me importaba.Baje de prisa en busca de Esmeralda, sabia que jamás podría abrirla ya que contaba con una contraseña que solo yo sabía, pero si la extraviaba yo me moría.
—Esmeralda!!! Oye!!— le hablaba mientras bajaba las escaleras —Carajo donde estas!!??—
—ahora que Joaquín?— suspiro fastidiada. Pobre apenas llevaba un día conmigo y ya no me aguantaba.
—en mi maleta estaba una caja de plata la tienes? Donde esta? Es muy importante para mi, necesito que me la devuelvas— hable lo más rápido que pude. Pensar que había perdido su contenido me ponía muy nervioso.
—lo siento Joaquín no se de que cajita me hablas. Cuando saque tu ropa no había nada ahí.—
Dios, me quería morir...
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SOLO UNA VEZ ~emiliaco~
FanfictionSer adolescente es tan complicado, sobre todo cuando la figura materna no existe. Joaquín Bondoni es el chico más complicado que podrán conocer, es un Jr que piensa que todo mundo debe estar a sus pies siempre que el lo requiera. Su padre ya no pue...