Mi jefe, ¿Mi marido? (EN EDICIÓN)

INTRODUCCIÓN

Hoy es mi entrevista y yo llegando tarde, que raro.

Tengo que conseguir el trabajo para poder ayudar a mi amiga a pagar las cosas del niño, y a pesar de que trabajo en una empresa bastante conocida de modelos, el sueldo no era suficiente para pagar mi apartamento, los gastos como las cuentas, medicinas y tratamientos especiales del pequeño.

Cómo atuendo para la entrevista tengo puesta una camisa blanca dentro de mi falda negra y unos tacones negro. A decir verdad jamás pensé que me fueran a quedar bien estas faldas, pero ahora me doy cuenta que estaba totalmente equivocada.

Iba tomando mi café con leche mientras caminaba por las transitadas  calles de la Capital de Argentina, donde la gente es demasiado atropellada para llegar al su destino que ni siquiera se fijan por donde caminan y tampoco piden "disculpas" ni "permiso"... Que lindo es mi país.

-¡¿TE PUEDES FIJAR POR DÓNDE VAS LA PRÓXIMA VEZ?!-digo mirando mi camisa toda mojada, lo único que deseo es que está mancha salga porque sino me muero acá no más, el inadaptado ni siquiera se digna a disculparse sino que se aleja chistando.

—¡IDIOTA!— luego de haber dicho aquello el idiota se acerca a paso furioso, vaya. ¿Qué tiene éste? ¿Oído super biónico?

—Mira niña, por empezar,  la que iba distraída eras tú— ¿Éste me está tomando el pelo no?

A decir verdad el hombre no estaba nada mal, y ese traje le quedaba de infarto. Borró esos pensamientos rápidamente y me retiro haciéndole el gesto típico con el brazo cuándo decimos "dejame de joder" y diciendo que se vaya al carajo.

Una vez que estoy frente a la empresa —la cual tiene unas letras grandes en plateado que dicen Enterprice Black y unas puertas de vidrio— me adentro a esta y me dirijo a recepción donde se encuentra la recepcionista.

—Hola, mi nombre es Nicole Smith y vengo a una entrevista para el puesto de secretaria.

—Buenas tardes, todavía el señor Black no ha comenzado con las entrevistas, mientras tanto puede ir tranquila a limpiar esa mancha en su camisa, pero antes, necesito que me muestre su documento por favor.

—Tome— le extendí con una sonrisa mí documento para que revisara los datos y me lo devolviera —Muchas gracias, tenga buena tarde.

Y sin mas me retiré hacia el Baño...pero ¿dónde quedaba?

—Por el pasillo,dobla a la izquierda y primera puerta— me dice la recepcionista con una sonrisa.

Entro al baño, mojo una servilleta con un poco de agua y doy gracias a Dios que haya salido, todavía queda una mínima mancha pero es difícil de sacar, y no creo que el señor Black se detenga a mirar aquella minúscula mancha.

Con la cartera en mano y una sonrisa triunfante salgo del baño para ver a la mujer tecleando algo en el ordenador, como no me vió, sigo de largo hasta llegar al ascensor y marcar el último piso, justo donde iba a ser la entrevista. Ahí dentro, se encontraban unos sillones en donde descansaban un par de mujeres, algunas jóvenes y otras adultas.

—Señorita Smith,el señor Black la está esperando— me dice una secretaria difetente a la anterior, esta es de ojos verdes —cubiertos por unos anteojos—, cabello rubio y aproximadamente unos 64 años, pero no se le notaba, salvo por las pequeños arrugas que se le formaban al sonreír.

Me levanto de mi asiento y me dirijo hacia la puerta de la oficina del señor Black. Golpeo la puerta, seguido escucho un "Adelante" —bastante autoritario— hago el intento de abril la puerta, pero queda a medias ya que esta no cede.

—Empuje la manija y jale señorita— escucho que me dice la secretaria.

Hago lo que me dijo la mujer y...