46._juguete

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Sus cartas estaban llenas de frases de amor y una pasión que, admito,me gusto. A sus cartas siguieron las flores. Rosas blancas y lirios del mismo color. Cajas con obsequios en mi puerta y toda clase de cosas que él,me enviaba para demostrarme su amor.

Claro que yo no me lo tome muy bien y fui a la policía,pero como aquello no podía considerarse una amenaza;no hicieron algo por mi. Me asustaba bastante el asunto,pero no podía detener mi vida por ese sujeto,que no daba pistas de quien era. Obviamente era alguien que me observaba y que no podía estar lejos;eso pensaba yo.

Del otro lado de la calle vivia un sujeto bastante huraño que te siempre vestía de negro. Lo llamaban Black, pues nadie sabia su nombre. En ocasiones se quedaba mirándome cuando yo, pasaba por la calle. Sus ojos torbos y su sonrisa avisada,me daban mala espina. Mas nunca se acercaba o me hablaba.Sólo me miraba. Podía ser él,aun que no me calzaba su persona con esas palabras tan románticas.

Junto a mi casa vivía otro hombre; uno joven de nombre Whiss,que solía saludarme al pasar frente a su casa. Siempre estaba regando las plantas de su jardín,por las mañanas. Tenia un gato sin pelo que a veces se metía por mi ventana y aquella mañana aquel sujeto toco a mi puerta para preguntarme por Bills,su mascota. Con todo lo que estaba pasando,me volví aun más recelosa y lo hice esperar en mi puerta mientras yo buscaba su gato. Aquello paso seguido ese mes y antes de darme cuenta ya había establecido con él, cierta comunicación y eso me llevo a abrirle la puerta,una tarde.

Le invite un té y le llamo la atención la cantidad de chocolates en mi basurero. Le conté él asunto,tal vez por estrés y Whiss escucho con gravedad. Me levante para ir por unos pastelillos,cuando escuche un golpe en la puerta.Fui a abrir,mas la forma en que tocaban me puso en alerta. Camine con seguridad a la puerta y la abrí.

-¿Donde esta él?-me pregunto tomándome por el cuello-¿Donde esta?

No pude responderle y me empujó contra la pared,pero al llegar a la sala quedo estático.

Whiss estaba derribado sobre la alfombra. El té hizo efecto;estaba profundamente dormido.

Black se giro hacia mi y le dispare, pero no una bala sino un dardo tranquilizante. Él no era mi objetivo, pero resulto un especimen más interesante que Whiss,quien por cierto era el que me enviaba los regalos. Supongo que Black estaba enamorado de él o algo así y por eso me veía con recelo. Como sea...yo tengo dos nuevos juguetes...

Ruleta RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora