A veces se quedaba parado allí,frente a su ventana,viendo ese terreno vacío con el que colindaba su propiedad. Un fragmento de tierra donde esos "simios" solían jugar con ese condenado balón que,casi siempre,terminaba atravesando una de sus ventanas. De nada servia gritarles que se le alejarán.Se iban por una tarde y volvían a la siguiente. Ni siquiera su reputación de amargado y déspota conseguía intimidarlos lo suficiente, para que dejaran de interrumpir sus siestas.
Pero habia uno de esos simios que le disgustaba más que los otros. El de la sonrisa idiota y que le hablaba con una insolencia irritante cada vez que se asomaba sobre el cerco,para pedir el balón. Era un vago estúpido,pero con algo que él, estaba perdiendo con los años. Algo que no podía recuperar de sus tiempos mejores,pero que podía degustar de vez en cuando en la carne de algun valiente. Mas los que accedían en pos de una recompensan aunmentaban el vacío que dejaba lo que le drenaba la vida.
Esa tarde encapotada el balón ingreso por la ventana del salón y derribó un jarron muy costoso. Ver esos fragmentos blancos contra la baldosa lo llevaron a la furia,pero despejaron su juicio y se sonrio ladino al ver a ese idiota asomarse sobre el cerco llamándolo en voz alta.
Como de costumbre lo dejo pasar para que él mismo fuera por ese maldito balón,sin embargo,en esta oportunidad la enorme puerta se cerro tras ese que llevaba por nombre Goku.
-Fue sólo un accidente,señor Bills...-le dijo al ver como ese sujeto iba hacia el teléfono.
-Me temo que esta vez has roto algo por lo que no podrás pagar y no me dejas más opcion que llamar a la policía...
La policía,hasta un tipo obtuso como ese comprendia la gravedad del asunto si la policía estaba invucrada, pero comprender la solución que él,le proponía llevo más tiempo y por poco termina con la poca paciencia de la que gozaba el dueño de la casa.
Tal vez no lo entendio del todo hasta que estuvo de rodillas y desnudo sobre esa cama,para entonces no habia como retractarse,sin embargo, lo que en un principio le fue,más que todo,desconcertante comenzó a tornarse dolorosamente placentero y poco a poco fue sediendo a ese deleite del cual,el que lo embestía llevaba minutos disfrutando.
Es que el regocijo de ese pasaba por demasiadas cosas que el sometido,no comprenderia ni en un millón de años. Por eso lo tomo sin ceremonias.
Uno no le de perlas a un cerdo;sólo se come su carne y eso hizo. Lo devoro sin clemencia y a carne viva arrancándole tales alaridos que los compañero del que estaba al interior,
pensaron que algo terrible le estaba pasando y asustados huyeron del lugar.
No había contienda o cabida a la equidad o igualdad;sólo sumisión.
Goku salio del lugar bastante extenuado y sin ganas de hacer movimientos bruscos,pero con su balón bajo el brazo.
Desde la puerta escucho,a ese,decir con tono amigable y burlon:
-puedes pasar a buscar el balón, cuando quieras...
