La quimera

Cap:9

No soy dueño de nada
Naruto sonrió. Las partes que había ordenado finalmente habían llegado, la mayoría de todas formas, y podía comenzar a actualizar sus títeres. Pasó de cosas simples como armas obvias sobre armamento oculto a adiciones generales.

Con el conocimiento de su padre, particularmente con respecto a la invocación inversa y el Hiraishin , podría equipar fácilmente a sus títeres con la membrana que había pensado hace años, pero nunca pudo construir hasta ahora, lo que protegería a los delicados corazones del daño. De hecho, había ido un paso más allá, al usar no una, sino dos membranas. Si la membrana externa se dañara, el corazón sería transferido automáticamente de la marioneta a Naruto, quien luego podría usar sus poderes como él mismo. Sin embargo, si se daña la membrana interna, en otras palabras, si alguien ataca directamente a Naruto, los corazones serían teletransportados a un lugar seguro, donde Naruto podría recogerlos fácilmente y reunirlos con su títere.

Otra adición útil fue un sistema que Naruto agregó a sus diez títeres principales, un sistema que consiste en lo que se redujo a enchufes. Fueron diseñados para salir de las manos, y diseñados de manera que ambos pudieran conectarse con otro enchufe manual, o un par de agujeros ubicados donde estarían los omóplatos. Con ellos, eso esperaba Naruto, sería capaz de reproducir diferentes mezclas de elementos, reproduciendo elementos que normalmente solo serían utilizables con una línea de sangre específica.

Por supuesto, él sabía que había más en una línea de sangre elemental que simplemente mezclar dos elementos para crear uno nuevo. Los usuarios de líneas de sangre podrían incrustar su elemento con propiedades especiales que sus mezclas no podrían, pero aun así, sería un primer paso, y permitiría a Naruto estimar de forma segura la cantidad de cada elemento que necesitaría poner en la mezcla para hacer funciona, sin ponerse en peligro en los experimentos.

Los sellos generalmente fueron una gran adición a sus títeres, y Naruto fue más que generoso en su aplicación.

Todavía estaba esperando algunas partes más, pero por el momento, sus títeres habían pasado de "Una molestia ligera para un rango B" a "Una amenaza seria para un rango A", lo cual fue una gran mejora.

Por supuesto, parte de la razón por la que las entregas tardaron tanto fue que Naruto había insistido en que quería materiales duros y resistentes, pero no magnéticos, ya que no tenía la intención de facilitar las cosas para un usuario experimentado de Raiton, ese tipo ocasionalmente encontraba una forma de influir en los campos magnéticos, aunque pocos alcanzaron un nivel incluso cercano al de Sandaime Kazekage.

Bueno, había hecho todo lo posible por ahora, ya era hora de pasar un tiempo con su madre. Se había encerrado durante tres días y todavía quería hacer algunos viajes. ¿Quizás uno de sus padres había venido de Kumo?

-0-

Kushina tarareó alegremente para sí misma. Si alguien le hubiera dicho hace un mes que podría irse a la cama sin pesadillas acerca de lo que había perdido, habría golpeado al bastardo hasta convertirla en una pulpa, pero su hijo realmente alivió su vida.

Habían sido engañados durante la mayor parte del tiempo que deberían haber pasado juntos, pero ambos parecían casi desesperados por recuperar el tiempo perdido. La mayoría de las noches, Naruto realmente se metía en su cama, abrazándola con fuerza, como para probarse a sí mismo que era real, y tal vez temiendo que si la dejaba ir, ella se desvanecería, como la mayoría de las cosas buenas de su vida. Se les había dado una segunda oportunidad, y ambos estaban decididos a usarla.