Eres Mía Y Yo Tuyo [Rick Grimes Y Tú]

#3 • maldito idiota •

Desperté sobresaltada, algo había golpeado mi ventana, me quedé quieta, trate de mover mi brazo izquierdo pero mi muñeca estaba esposada a la de Rick.
¿En cerio? ¿Esto era necesario?.

Despegue de una esquina un poco del periódico, una horda de Caminantes, pasaba por la autopista, rápidamente volví a tapar el pequeño oyo, mire a Rick quien estaba mirándome, pegué un pequeño brincó y cerré mis ojos, pasaron unos segundos cuando abrí uno de mis ojos y el tenía los suyos cerrados.

- aún es temprano - hablo con voz ronca, trage duro y volteo mi vista hacia otra parte.

- ¿Pensaste que iba escapar? - pregunto

- no lo pensé, ya lo sabía - dijo el mientras enderezó su aciento.

[...]

Rick estacionó el auto a unos cuantos kilómetros de una gasolinera, caminábamos uno al lado del otro, mientras llevábamos cada quien un bote para la Gasolina.

Al llegar caminamos entre los autos varados, Rick me miro e hizo un seña con su cabeza dándome a entender que fuera al frente.

- maldito cobarde - susurré al pasar por su lado.

Llegué hasta los despachadores, pero no había nada ni una maldita gota de gasolina.

- no hay nada - dije mientras me volteo a verlo.- talvez podamos sacarle un poco a estos autos - apunté a los anteriormente mencionados.

- seh - contesto ronco -

- oye, yo no sé hacerlo, hazlo tu - se escucho cómo algo era arrastrando. Rick me tomo del brazo y me obligó a agacharme a su costado, se puso en cuantro y miro debajo del auto, copié su acción y del otro lado del carro divisé unos pies pálidos, estos pararon delante de un peluche, unas manos pequeñas y pálidas lo tamaron y volvió a caminar, me levanté rápidamente con la esperanza que que fuera otra persona viva.

- hey niña, soy ______ y el es Rick, podemos ayudarte - el pequeño cuerpo de volteó hacia mi, Rick estába serca mío. Mi cara cambio a una de horror cuando ví a la pequeña sin una parte de su mandíbula, el sheriff rápidamente saco su revolver y disparo, el cuerpo inerte de la pequeña calló al piso.

- ¡Hey! - me llamo Rick, poniendo una mano en mi hombro - ya encontraremos a alguien con vida - me animó.

[...]

- ¿Vivías en King County? - pregunté, mirando por la ventana.

- si, vivía con mi esposa lori y mi hijo Carl - respondió con aquella voz que lo caracteriza.

- oh, ya veo -

- y ¿Tu? - me regreso la pregunta.

- fui a visitar a mi novio...- dude unos instantes en decirle la razón, su entrecejo se fruncido y no dijo nada.

- ¿Que hacías cuando todo empezó? - cuestióno hechandome una mirada rápida.

- dormía - escuche su leve risa, sonreí inconscientemete - y ¿Tu?

- estaba en coma - volvió a mirarme - el día anterior que nos encontramos recién había despertado - giro su vista nuevamente al frente.

-uhg - emití sorprendida - ¿Que te paso? - Rick sonrió y ladio su cabeza hacia su lado izquierdo.

- estábamos en un tiroteo - contó - pensamos que habíamos acabado con todos, pero se nos escapa uno, ese hijo de perra me disparó - termino de contar.

- wow - nos quedamos en silencio - eres agradable - solté de repente, me golpe internamente, ¿Por qué coño dije eso?.

El sheriff sonrió, lo que me hizo sentir un poco mejor, en el camino seguimos platicando de cosas triviales hasta que se terminó el combustible del auto.

Pasaríamos la noche en el auto, y por la mañana seguiríamos a pie.

Papá, Maggie, beth, estoy en camino, no desesperen, llegaré pronto lo prometo.

Rick, tomo mi muñeca nuevamente y me esposo a el otra vez. Frunci mi seño y lo mire incrédula.

- es por seguridad - levantó su mano esposada a la mía -no permitiré que hagas alguna tontería.

Estaba apunto de dormir hasta que sentí un jalón en mi brazo izquierdo, bufé y lo jale hacia mí, Rick hizo lo mismo pero con un poco más de fuerza, hize lo mismo y el idiota repitió la misma acción con brusquedad y más fuerza haciendo que quedará arriba de el a horcajadas, abrí mis ojos más de lo normal, y sentí mis mejillas teñirse de un color carmesí.

Rick sonrió de forma divertida y aferró sus manos a mi cintura, apretando está contra sus caderas.

- ¿¿q-que ha-haces maldito ¡¡IDIOTA!!?? - grite exaltada. Trate de salir de encima suyo pero el volvió a sentarme de una, haciendo chocar nuestras intimidades.

Levanté mi mano, iba a golpearlo pero antes de que mi puño estampara en su rostro, tomo mi mano evitando mi golpe hacia el.

Este me jalo más hacia el, acortando la distancia de nuestros rostros, sus ojos azules me hipnotizaron, sentí su reputación en mis labios, y mi corazón se acelero tanto que juraría que el podía escuchar mis latidos acelerados, soltó mi mano y aflojó su agarré en mi cintura, rápidamente salí de encima suyo y volví a mi aciento.