Conquistando a un Homofóbico

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Tres semanas han pasado desde la confesión de Chan. Tres semanas en las cuales hemos estado mejor que nunca. Ahora que él también siente lo mismo intentamos pasar más tiempo juntos, incluso hemos establecido los sábados como nuestro día especial, en el cual saldríamos solos para ir a cualquier sitio, algo así como citas.

Me impresiona mucho que para el poco tiempo que llevaba gustándole estuviese tan tranquilo y cómodo con esto. Y sí, tiene claro que el estar con alguien de tu mismo género no es algo fuera de lo normal como para que se sintiese extraño, pero él ha estado toda su vida saliendo y acostándose con chicas, ha sentido rechazo por el colectivo y hasta hacía poco no me soportaba. Por lo que el hecho de que ahora me tratase casi como su novio (porque por el momento no lo somos) me parece muy sorprendente. Ha cambiado por completo con respecto a esto y ha sido un cambio tan bueno que cuando lo pienso detenidamente me cuesta asimilarlo.

Cuando sentí una mano tocar mi cintura y luego un brazo rodearla, salí de mis pensamientos. Giré mi cabeza y me encontré con la preciosa sonrisa del chico que me roba los suspiros. Estaba esperándolo y ya ha llegado.

-¿En qué piensas tanto, pequeño?

Sonreí por cómo me ha llamado y negué con la cabeza.

-Nada en especial, solo estaba esperándote.

-Pues ya estoy aquí. -dijo animado. -¿Te gustaría ir al cine? Yo pago.

No habíamos creado ningún plan, solo decidimos una hora y el lugar de siempre para vernos y lo demás ya se iría viendo.

-¿Al cine? -alcé una ceja. -¿Para ver una película o para solo estar sentados ahí mientras nos besamos? -pregunté con picardía.

-Era para ver una película, pero ahora que mencionas eso me gusta más la segunda idea. -sonrió de lado.

Se acercó a mi rostro y dejó un corto beso en mis labios que me dejó con ganas de más. Quise volver a besarle, pero no me dejó y empezamos a caminar.

-Será mejor que dejemos los besos para el cine.

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Parecía que Chan había escogido una mala película queriendo. Le dije varias veces que quería ver una que trataba de un asesinato, pero al final escogió una de comedia que no es nada interesante, al menos desde mi punto de vista. No pude quejarme porque él fue quien pagó mi entrada y refresco, así que tengo que conformarme.

Nos sentamos en la fila más alta, es decir, la última. Chan quería esa porque dice que es su lugar favorito y que cuanta más altura mejor se ve. Le di la razón, así que vi bien que escogiese ese sitio.

Hay muy pocas personas en la sala, como mucho unas seis. Y por lo que vi a nadie le interesa esta película o ya la han visto la mayoría.