POO! POO! Se escucha el goteo del agua al caer de los techos de estés estrecho callejón sin salida, el putrefacto olor casi me hace querer desistir de cazar a la bruja que llevó persiguiendo hace no más de diez minutos. La encontré por casualidad tratando de lanzar un conjuro en contra de un tío, ¿por qué? No lo sé ¿Para qué? Tampoco lo sé, ni me importa. Sólo sé que tengo que detenerla y desterrarla hacia lo más profundo del abismo infernal.
Las brujas y yo nos estábamos llevando bien últimamente, ellas a lo suyo y yo a lo mío, esa es la regla; pero al parecer está en particular, la cual siempre ha sido muy rebelde, no le importa romper el trató que hice hace unas décadas con algunos de sus ancestros. La verdad es que a nivel de jerarquía los brujos siempre han estado muy bajos y la respuesta es simple, se dejan llevar por emociones al lanzar sus conjuros, a nivel jerárquico los Vampiros siempre hemos estado a la cabeza, liderando por el bien de nuestra raza y el de las otras. Nos ocupamos de que haya un orden, y esa es la razón por la cual estoy aquí, esta bruja ha lanzado su conjuro sobre ese tío, lo que significa que ha roto las leyes y como toda repartidora de ley la haré cumplir su condena.
— Vamos. Sal de donde quiera que te escondas— le digo pausadamente. — Puedo sentirte. — Agregó. Siento una opresión sutil que me ínsita a marcharme. —Oh no, Cariño, eso no funciona conmigo. —Sal de mi cabeza rata asquerosa. — gruño.
— ¿A quién estas llamando rata, chupasangre? Tú que de entre todos eres la peor. — Sale de entre unos contenedores al final del asqueroso callejón. — Chupas la sangre y te bañas en ella. —agrega.
—Es buena para la piel, pregúntale a tu cirujano plástico. Seguro que te la recomienda para esas manchas de celulitis que tienes en el culo. — digo felizmente.
— Idiota, voy a...
— Dejemos el drama y vamos a lo que vinimos, ¿quieres? Me estas empezando a aburrir con tus palabras insolentes. — gruñó.
En un movimiento rápido la tengo contra la pared de uno de los edificios del callejón y sin mucho esfuerzo rompo su cuello. Ella cae al suelo con un sórdido estruendo.
Levantó la mano y su cuerpo arde en llamas y se consume rápidamente dejando el lugar donde una vez estuvo ella. Eso es todo, ella está acabada.
Me giro y salgo del lugar sin dejar un rastro de nada que no sea basura y putrefacción, la cual estaba ahí cuando llevamos nuestro asunto al lugar, me dirijo calle abajo y camino sin rumbo esperando por mi próxima víctima.
∆∆∆∆∆∆∆
La espera es fructífera, dos horas después estoy corriendo calle abajo por la segunda avenida tras un Hombre-lobo, el tío en serio que corre rápido, pero yo soy más hábil y lo arrinconó entre la cuarta y la quinta avenida. Él está sudoroso y jadeante, entonces es cuando me doy cuenta de que es un renegado; sus ojos están amarillos, signos evidentes de demencia. Él se endereza y me evalúa, como si estuviera decidiendo si valgo su tiempo. Error, nunca subestimes a tu adversario. Lo dijo Sun Tzu. El sacude su cabeza y se gira listo para seguir corriendo. Error número dos y le falta una para estar fuera, nunca, y repito, nunca le des la espalda a tu enemigo.
Antes de que el parpadee lo hago volar contra el muro de concreto que está en su frente, el gruñe y se levanta ágilmente y me ataca con puñetazos y patadas, esquivo cada una de ellas sin mayor esfuerzo que el girar de mi cuerpo mientras lo esquivo. Es un bebé eso es seguro. Un hombre-lobo con experiencia no cometería tantos errores, pero su derrota es mi victoria.
Empezamos un baile brutal de puñetazos, patadas, mordidas y arañazos por su parte y fuego tierra y un poco de objetos voladores por mi parte. La pelea no dura menos de diez minutos con, adivinen, conmigo como ganadora. Él está muerto, quemado y el viento se llevó sus cenizas.
Sigo transitando en la espera de algo más emocionante, pero no llega. A las cuatro de la mañana me dirijo hacia la casa del rey. Quiere hacer no sé qué mierda, de anunció sobre, tampoco sé que mierda. Abro la puerta y me dirijo por un largo pasillo hacia el área de las armas. Dejó todo mi equipo en su lugar y me lavo las manos, están manchadas de sangre. Tomó asiento en un sofá del otro lado de la habitación y me relajo dejando que mi cabeza caiga sobre el respaldo. Estoy agotada.
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Traficantes De Muerte
Science FictionDicen que te conviertes en una parte mejorada luego de tu transformación, que eres el reflejo de lo que eres, pero en una versión mejorada. Si es así, entonces mi futuro nunca fue muy bueno que digamos. Soy una de ellos, en realidad soy la mejor que...