f i v e

90 13 27
                                    

—¡mamá! ¿cómo entraste?

el menor se espantó al oír esa primer palabra, sus ojos se abrieron como platos y se bajó rápidamente de la mesada. su rostro no podía estar en un tono más carmesí, pues, además de encontrarse con la madre de jaemin por primera vez, vestía solamente con su ropa interior.

—¡hijo! ¿cómo estás? yo muy bien, por si te lo preguntabas. pero  parece que estabas muy ocupada para eso, ¿eh? ¿quién es tu amigo? hola niño— saludó enérgica la mujer.

jaeno no sabía dónde meterse. solo se agachó lo suficiente para mostrar un gran respeto hacia la señora.

no estaría pasando relativamente nada, si no fuera por un pequeño detalle de color: la señora na no venía sola. 

—¿qué hace él aquí?— dijo en un tono más serio. jaeno seguía con esas inmensas ganas de que la tierra se lo tragase, pero eso implicaba tragarse ocho pisos más que estaban debajo de ellos, así que solo se resignó a suspirar e intentar esconder su cuerpo detrás de la encimera.

la señora na no tuvo tiempo de responder, pues el hombre que tenía atrás se abrió paso y habló antes que ella.

—al menos dime que tú eres el que va arriba,  no serías tan maricón así— habló con desprecio, analizando el lugar con cara de asco, como si la homosexualidad de su hijo estuviera impregnada en el aire a punto de contagiarlo.

jaemin no era del tipo de chicos que se quedaban callados ante una situación así, pero hablarle a su padre era lo mismo que gritarle a una pared.

pero justo acotó algo que no debía en cuanto sus maduros ojos cayeron sobre jaeno.

—¿y tú qué? ¿eres quién lo contagió? ¿quién te dejó entrar? pero si ni siquiera tienes moral ¡mira cómo estás!— jaeno no podía creerlo. no quería contestar nada, pues era el padre de jaemin, pero su ceño no podía estar más fruncido.

—cállate.

la mujer y el más joven de todos abrieron grande los ojos, mientras que el hombre no pudo poner una cara más furiosa.

—¡eres un indecente irrespetuoso! no sabes lo que-

—¡tú eres un indecente irrespetuoso! entras a mi casa como si nada, me insultas enfrente de mamá y de jaeno-ah, me tratas como si estuviera enfermo cuando solo estoy siendo libre y estás haciendo todo eso sin ningún derecho ni razón de por medio.— volteó hacia jaeno, se quitó la camisa y se la dio. —toma, cariño. ve y vístete.

—¿cómo no te voy a hablar así si hasta le dices "cariño" a otro hombre,  jaemin? ¡no tienes perdón de dios!

fue lo último que jaeno escuchó antes de encerrarse en la habitación del mayor y vestirse lo más rápido posible.

al salir, jaemin y su padre seguían enfrentados, mirándose con desprecio. la mujer que allí se encontraba se la notaba preocupada, sin dudas estaba arrepentida de haber llevado consigo al padre homofóbico de su homosexual hijo a la casa de este último.

en cuanto el mayor de los jóvenes notó la presencia del otro, se apresuró en tomarlo del brazo y llevarlo hasta la puerta principal.

—jaemin, ¿qué sucede? ¿está todo bien?— al mencionado se lo notaba casi tan preocupado como a su madre.

—no te preocupes, cariño— tomó entre sus manos el rostro de jaeno. se acomodó un poco y plantó un beso en los labios ajenos, dejándolo perfectamente visible ante sus padres, en especial su padre, que era quien jaemin quería que viera a la perfección su acto de amor.

r a c i s t  |  nomin  [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora