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Mateo y Daniel habían entrado. La puerta del altillo no tenía ningún seguro. No es que guarden cosas importantes tampoco.
Entramos y solo era un simple cuartucho húmedo, con olor a naftalina. Vimos sillones en desuso, cajas llenas de trapos y revistas, adornos que ya nadie usaría jamás, y hasta muñecas con vestiditos sucios y rotos.
Un armario llamó nuestra atención. Estaba en el centro de una pared pegado a ella. Y Daniel como si nada lo abrió. Un polvo salió del mueble apenas una puerta se abrió. Habían unas cajas y un oso de peluche, que solo le faltaba un ojito.
Solté la mano de Manuel y caminé hacia los chicos, más cerca del armario viejo.
─¿Eso?.─pregunté mirando como Daniel abrió una caja y sacaba unos papeles. Mateo estornudo como cuatro veces a causa del polvo.
─Creo que son cartas viejas, me da paja learlas.─fue pasando los papeles que lucían viejos, estaban amarillentos y poseían algunas manchitas. Fue pasando las cartas una tras otras, hasta que freno en unas fotos.─Aww.─era un nene con un oso de peluche. De inmediato mire de reojo al peluche, era el mismo. Tenia un moñito rojo en el cuello y un corazón en la pancita. El nene se me hacia conocido.
─Me da miedo estar acá.─Habló Mateo aferrándose a mi brazo cautelosamente.─Encima inhale como veinte kilos de polvo me parece.
Daniel paso otra foto. Esta era de una familia, una señora y un señor, dos nenes y una nena. El nene que parecía ser el mayor de los dos varones tenía el oso entre sus brazos.
Paso otras tres fotos. Estas eran de la nena o el otro nene. En una parecían ya estar más grandes.
Las otras dos que quedaban eran del otro chico, una foto en un jardín. Tenia su guardapolvo con un cartelito en su pecho. Entrecerre los ojos tratando de leer mejor.
Manuel Vainstein.
Frunci el ceño y le saque la foto de las manos a Dani.
─Valentin...─su tono disminuyo. Acercandome la otra foto a mi cara. Era Manuel, estaba vestido con la misma ropa que lo vi subir a la terraza la primera vez. Lucía exactamente igual.
Di vuelta la foto, estaba escrita en la parte de atrás con una tinta negra, esa foto parecía vieja, pero no tanto como las demás.
"Sos lo mejor que nos pudo haber pasado. Ojalá nunca te vayas de nuestro lado. Perderte fue la injusticia más grande, siempre te amamos y te vamos a amar.
Que en paz descanses hijo"
Compartir una mirada con Daniel, confusa. Me quedé helado con la foto en la mano. Mi respiración se aceleró unos segundos, tal vez podía ser un error o algo, una explicación razonable había que tener.
Me di vuelta buscando a Manuel. No estaba. La puerta del altillo estaba abierta par en par. Solo el viendo helado de que provenía de afuera entraba
[...]
─¡¿A usted le parece?!.─Papá habló molesto subiendo su tono.
Mateo y Daniel le habían contado todo a papá y mamá, claro que excluyendo la parte de mi no relación.
Ellos están preocupados, especialmente por como los tres estábamos; pálidos y agitados. Habiamos bajado velozmente del altillo corriendo hacia la habitación. Aunque yo corría porque tal vez bajando las escaleras este Manuel. Permanecí callado mirando un punto fijo en el piso.
─Señor disculpe pero no entiendo cual es su queja.─el dueño del hotel había venido unos minutos a su estancia solo por las quejas de papá, que exigía verlo.
Levante mi mirada hacia el señor. Era él. El de las fotos, el señor con la familia. Claro que con años de más.
─¡Del chico de las escaleras hablo!, ¡Ese chico los llevo a la terraza constantemente y les jugó una mala broma!.─bramo papá con enojo.─No se quien sea ese joven pero hágase cargo, es un cliente de su estancia y no creo que sea adecuado que asuste asi a tres chicos y menos que los lleve a un lugar tan peligroso como es la terraza.
─Disculpe pero no se quien es el chico de las escaleras.─El señor mantuvo la tranquilidad.
─¿Como era su nombre hijo?.─las miradas de los presentes cayeron en mi; Mamá, papá, Mateo, Daniel, un recepcionista y la del señor, que era la que más nervioso me ponía.
─M-manuel Vainstein.─su ceño se frunció mirandome a mi y a papá a la vez. Como si no me creyera.
─¿Es usted quien me esta jugando una broma de mal gusto no?.─habló con molestia el señor.
─Claro que no.─acotó papá. Con su mandíbula tensada.
─Manuel Vainstein era mi hijo, señor, el murió hace más de un año. Es totalmente imposible que el haya hecho algo contra estos chicos.─Volví a bajar mi mirada al piso, sintiendo todo dar vueltas. Derepente todo era negro, no sentía ninguna parte de mi cuerpo. Lo último que recuerdo es haber caigo al suelo.
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La última foto hace refencia básicamente al final.
Si quieren un epilogo digan ahora. Is the moment dea
Espero que les haya gustado 😔✌🏼. Me emociona terminar una fic la vdd pensé que no iba a pasar nunca esto 🤧 Las saca a todos los caps ahora xq gente es una mini novela no tiene sentido si no tiene tantas partes.
