➶ᥲmor dᥱ vᥱrᥲno↬ᴡᴏsᴘʟɪᴋ➷

ᴇᴘɪʟᴏɢᴏ ᴜɴᴏ

─¡Al fin!.─la voz de Dani fue la primera que escuche. Abri los ojos mirando a mi alrededor. Estábamos en nuestro cuarto. Dani estaba sentando a un costado de la cama mirándome raro, y Mateo estaba del otro costado.─¿Te sentis bien?.

Me endereze un poco en la cama quedándome sentado mirandolos con más cuidado.

─¿Qué paso?.

─Te desmayaste.─respondió Mateo con una sonrisa de labios cerrados compresiva.

─¿Mamá y papá?.

─Están en recepción hablado con el señor.

─¿No fue un sueño?.─los dos negaron leve. La misma angustia que tenía antes volvió a aparecer, presionando mi pecho.

─Es imposible igual, no tiene sentido, no fue real.─habló Dani cerrando sus ojos con sus manos tapando su rostro.

─Lo fue, lo es, yo lo sentí Daniel. Lo besé, lo abraze, se sentía y era real.─los dos compartieron una mirada preocupada hacia mi.

─Tiene razón. Nosotros lo vimos Dani.

─Y si es así ¿qué?. ¿Cómo explican que vimos, hablamos, tocamos, a alguien que hace tiempo dejó de existir?.─relami mis labios bajando mi mirada. Sentia mis ojos aguados.

─¿Qué hora es?.─pregunté en un hilo de voz.

─Como las doce.─respondió el morocho. Me levanté de la cama con rapidez, caminando hacia la puerta.─¿Eh donde vas?, nos dijeron que nos quedemos acá.─Dani se levantó intentando venir hacia mi. Mire la cerradura de la puerta. Tenia la llave. La tomé con rapidez y salí. Apenas cerré la puerta vi a Dani correr hacia mí, con apuro puse la llave y trabe la puerta. La perilla giraba en intentos inútiles de Dani para abrirla.

Mire a los lados del pasillo, y no había nadie. Corrí hasta las escales y subí hasta la terraza.

Apenas tenía una bermuda y una remera de mangas cortas. Y como siempre de noche ahí arriba estaba helado. Con la adrenalina que tenía no sentía el frío, solo nervios y angustia recorrer todo mi cuerpo.

Gire mi vista hacia todas las direcciones buscándolo.

─Perdón.─me di vuelta asustado. Parecía que todo se repitia como la primera vez que subí a la terraza. Solo que de diferente manera.

Me quedé quieto mirándolo de arriba abajo. Lucía real, lo estaba viendo con mis propios ojos no podía...

─¿Estás vivo?.─pregunté en un hilo de voz. Sus ojos estaban posados en mi, reflejaban pena, negó levemente con su cabeza.─Pero te veo.─me acerqué a el tomando su mano y apretandola. Se sentía frío, pero lucía real, era como tomarle la mano a cualquier persona.─¿Qué te paso?

─¿Qué?

─Se supone que estas muerto, ¿cómo paso?.─Cuestioné.

─Valen no...

─Por favor.─apreté más su mano llevándola a mi pecho. Suspiró bajando sus ojos a nuestras manos.

─Yo... fue hace mucho.

─¿Cuanto?.─negó leve tratando de soltar su mano, la tomé más fuerte sin lastimarlo.─Por favor Manuel.─susurre con mis ojos cristalizados.

─19 años.─cerré los ojos con fuerza. No podía ser real, capaz estaba delirando, o era un sueño. Una pesadilla.─Hace un tiempo yo estuve acá pasando vacaciones también.─abri mis ojos encontrándome con los suyos.─Papá era y es dueño de este hotel, con mi familia vinimos a pasar las vacaciones. Teníamos alojamiento gratis.─sonrio leve con una risita que se rompió, sonaba más como un lamento.─"El parque" era el hotel más conocido en ese tiempo, papá ganaba muy bien gracias a este lindo edificio. Un día cuando ya estábamos volviendo a casa, yo fui el último en bajar, había subido a buscar las últimas cosas, mi bolso y mi oso de peluche.─suspiró mirando hacia arriba. Las estrellas. Pero no era momento para apreciarlas.─En realidad el osito ya era de mi hermanito, yo estaba grande como para llevar un osito según papá. Había subido por las escaleras porque odiaba el ascensor, me daba pánico, capaz muchas películas.─volvió a soltar una leve risita que estaba vez no se rompió.─Pero como yo era el último en bajar y mi familia ya estaba lista para irse decidí tomar el ascensor, era rápido, y además no quería bajar todas esas escaleras con el bolso y el peluche. Cuando yo subí otro chico subió.─bajo su cabeza hacia mí y después hacia el piso, mordiendo su labio inferior. Frunci el ceño apretando su mano con suavidad.─Al parecer estaban asaltando el hotel, sabían cosas de papá y conocían a su familia. Me conocían.─susurro en voz baja.─El tenía las manos en los bolsillo de su campera y silvaba, su celular había sonado cuando ya estábamos cerca de la planta baja, donde mi familia me esperaba. Escuche algunos gritos pero no pensé...─Suspiró angustiado─ Apenas se escuchó una voz en el celular del chico, que yo no alcancé a escuchar bien, y me disparó.─apretó sus labios con angustia.─Yo no sabía que pasaba, yo solo quería volver a casa con mamá. Me tomo de sorpresa, saco el arma de su bolsillo y me disparó, como si nada, más de una vez. Lo último que vi fue las puertas del ascensor abrirse, y los gritos de papá.─una lágrima se deslizó por mi mejilla, con muchas más detrás.─No valen no llores.─se soltó de mi, y posó sus manos en mis mejillas limpiando con su pulgar mis lágrimas.─Ya lloré yo mucho tiempo, no hay nada que lamentar.

─Es injusto.─hablé entre lloriqueos.

─Ya sé, pero no llores, no quiero ver llorar a nadie más por mi.

─¿Por qué te dispararon? Vos no tenías que ver.

─Papá se resistió a darles lo que pedían. El no sabia que yo estaba en el ascensor con uno de ellos. Es curioso. Nací casi con ese oso y lo último que hice fue abrazarlo fuerte.─giró su vista hacia el altillo.

─No entiendo. ¿Como es que te puedo ver, que los chicos te pueden ver?.

─Tampoco sé, pensaba que no habías visto cuando estaba frente al ascensor.─recordé el primer día que lo vi. Los primero cinco dias que había estado en el hotel nunca lo había visto, nisiquiera cruzado.─Era un alma en pena, ya había lamentado todo, estaba cansando de llorar por dentro, lo único que recordaba era mi muerte y el remordimiento me estaba comiendo. Pero te conocí, me viste, no se cómo, me recordaste todo. Me hiciste sentir vivo por segundos y yo te lo agradezco mucho.

─Dani y Mateo quieren pensar que es falso, inventan cosas para negar que te vieron. Yo no se que pensar, es imposible esto Manu.─mi voz se rompió, trataba de no llorar, eran intentos estúpidos.

─Esto es real, no se cómo, recordarme como lo que querías, un amor de verano. Solo eso.

─No sos un amor de verano, yo te amo.

─Valentín yo también te amo, pero no hay nada que hacer, yo solo soy... nada.

─No te quiero dejar.

─Y yo no quiero que me dejes, pero tenes una vida, vos si la tenes. Tenes que volver a tu normalidad no podes quedarte acá conmigo.─hice un puchero aguantandome las ganas de llorar, tragandome el nudo en la garganta.─Tengo un regalo para vos.─bajo sus manos de mi rostro y tomo mi mano llavandome con el a las escaleras que subían al altillo.

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Olis.

Son dos epilogos, ahora en un ratito subo la parte que falta ;)

Wattpad me desacomoda las cosas me voy a matar