Un héroe Errado. (Endehawks) (Finalizada)

"Como Judas, el traidor"

Aquel joven héroe de alas carmesí , yacía en el suelo, agotado; había cumplido con su trabajo, había defendido a la gente.
Una mano se extendió hacia el, un hombre de cuerpo robusto, cubierto en llamas le ofrecía aquella mano para que se levantará, el la tomo y con ella se puso en pie.
-Por hoy hemos acabado, puedes descansar-
Soltó el mayor.
Realmente lo merecían , se habían esforzado de sobremanera.
Ellos eran el héroe número 1 y el número 2.
"PRO HERO ENDEAVOR AND HAWKS".
Juntos se retiraron del área , la gente les agradeció de sobremanera, como era debido.
-Endeavor-san!! ¿No quiere ir a tomar algo?-
Exclamó él héroe menor, en sus ojos había cierto brillo al pronunciar la invitación para el otro.
-¿porqué tomaría algo con un mocoso como tú?
Bueno... Aunque ellos fueran buenos compañeros, aún se clavaba el hecho de que uno superaba los cuarenta y el otro aún estaba en sus 23. Eran bastante disparejos debido a ello, un joven que lo sabe todo de la actualidad, que aún cree que puede comerse el mundo a manos llenas, y un hombre adulto con creencias muy arraigadas a si mismo sobre la sociedad y la vida.
Aún con ello... Quizás ambos tenían un afecto más haya de la costumbre y la obligación.
Primero soltó un suspiro, pero consiguiente a ello, acepto lo que el otro le decía.
-Bueno... Ir por algo después de esto no me hará mal, descansaré de manera más amena. -
Miro a Hawks analizando que es lo que este le diría ahora, su reacción... Oh... Bueno... ¿Porqué el buscaría su reacción? Solo Dios sabrá, porque, ni Enji lo sabe.
Con una sonrisa de oreja a oreja Hawks alzó las manos un tanto en señal de alegría, sus ojos... Brillaban. El si estaba seguro del porque esto le pasaba, y aquello le carcomía el interior, por más de una razón.
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Salieron, bebieron , hablaron y disfrutaron.
Por unos segundos esos 20 años de diferencia no existían.
Endeavor y Hawks no estaban hablando.
Keigo y Enji, si.
Al finalizar aquella velada, ambos se despiden, ninguno se preocupa por como el otro regresara, después de todo no son una delicada rosa con respecto a sus capacidades.
Al alejarse ambos, sus mentes se dispersan en cosas completamente distintas la una de la otra, esto hasta cierto punto... Ya que... Tenían como centro al contrario.
Enji pensaba en como aquel desastroso pero hábil joven podía abrirse tanto camino dentro de quién es el.
Y Keigo... Bueno... Hubiera estado perdido en la ensoñación del momento, si la culpa no lo hubiera invadido.
Tomo el intercomunicador, al escuchar la voz del otro lado soltó:
Ya lo tengo en mi mano, podemos proseguir.
Un rostro gélido, digno del peor y más vil de los villanos se plantó en el, mientras sus alas se alzaban para que esté pudiera avanzar y dirigirse a su destino.
El trabajo había empezado.
Pero Keigo no quería acabarlo.