Ella enredó los dedos entre el cabello suave y castaño de él, entreabriendo los labios cuando sintió la boca de él en su cuello.
Él no pudo esperar y le quitó la camiseta por la cabeza, devorando la parte de los pechos que el sujetador dejaba libre.
Ella hizo lo propio con la de él, acariciando con la punta de los dedos a su amado: las clavículas, el pecho, el abdomen, la línea del pantalón.Sintió cómo él respiraba fuerte cuando rozó esta última parte, y un bulto creciendo en sus pantalones.
Los dedos de él recorrieron con suavidad la columna de ella hasta llegar al cierre del sujetador. Ahora fue ella la que respiró fuerte.
Él la miró entre las largas pestañas buscando la aprobación, y el gesto de placer de ella, con rubor de mejillas incluido, fue suficiente.
La prenda interior cayó al suelo, y él, con un hambre voraz comenzó a saborearlos, a degustarlos, aquellos pechos suaves y cremosos de ella.Los gemidos de la chica eran cada vez más fuertes, y movía la pelvis contra la de su amante, buscando más fricción, lo que provocó que los pantalones de él le quedasen pequeños.
Las manos pequeñas de ella desabrocharon su pantalón pero de repente, él paró.-Aquí no. O no ahora por lo menos.- dijo con voz ronca, que provocó llamas en el cuerpo de ella.
Todavía en brazos, la subió a la habitación en el piso de arriba. Y aún con la necesidad animal de ambos, él la acostó en la cama suavemente, de la misma forma que él se puso encima y comenzó de nuevo a saborear sus senos.
Las manos de ella volvieron a la pelvis de él, bajándole la cremallera y, en un acto de picante valentía, lo acarició, maravillándose del tamaño y la dureza.
Escuchó un gemido ronco y lo apretó un poco, haciendo que él levantara la cabeza, con los ojos ardiendo de pasión.
Se deshizo de sus pantalones con rapidez y se puso encima de ella, que aún estaba con sus vaqueros puestos.
Con mirada inocente y mordiéndose el labio inferior carnoso, alargó la mano hasta tocarlo tímidamente, provocando que él pusiese los ojos en blanco durante unos instantes.Recordando la pericia que había mostrado en ocasiones anteriores, comenzó a masajearlo, con suavidad pero también con confianza.
El chico puso los ojos en blanco y se mordió el labio soltando algún que otro gemido ronco, y no podía evitar mover la pelvis hacia la mano de ella, la cual comenzó a besar su pecho, su cuello y sus labios sin un orden aparente, sólo disfrutando de su sabor y su perfume a jengibre.
De un momento a otro, él la paró con suavidad.
Volvió a acostarla sobre las suaves sábanas y besó poco a poco su abdomen hasta llegar a la cintura del pantalón.
Ella ya temblaba con la anticipación.Él desabrochó con lentitud el pantalón y lo deslizó por sus piernas como si ella fuese un objeto sagrado y delicado, que a fin de cuentas él la consideraba así.
Depositó besos húmedos en el rastro de la tela y pícaramente, cuando ella tenía los ojos cerrados y relajados, la acarició por encima de la tela de la ropa interior, provocando un respingo y un gemido por su parte.
Besó sus labios cálidos y carnosos mientras metía la mano por debajo y ella soltaba un gemido que él se bebió como una bebida fresca en un día caluroso.
Acarició con suavidad los labios húmedos y calientes, y también aquel manojo de nervios haciéndola gemir en alto.
Sin poderse aguantar, le quitó la última prenda que le quedaba y bajó la cabeza a la zona ahora desnuda, degustando con la misma hambre que había tenido en los senos.
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TIEMPO. // ONE SHOT
RomanceLa angustiosa espera de dos amantes hasta que se reencuentran. ONE SHOT. COMPLETA. PROHIBIDA LA COPIA. Si quieres ADAPTARLA, mándame MENSAJE primero. Espero que la disfrutes y gracias por leer.