IV

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~Caída.~

Dos pequeños niños corrían por el parque recorriendo cada rincón del mismo, revolcándose por el césped entre grandes sonrisas combinadas con las respiraciones agitadas debido a que no paraban de moverse de un lado al otro tropezándose, tratando de capturar al otro. Nadie en aquel parque podía entender aquella química tan especial que tenían aquellos dos a pesar de la diferencia notable de edad y la etapa que atravesaba cada uno pero debido a que sus madres eran grandes amigas no les quedó otra que llevarse bien desde que el menor de los dos había nacido. —¡Oye! ¡Pequeño mono! ¿Quieres jugar? —Inquirió a lo lejos el mayor de los hermanos Kim al pequeño de los hermanos.

El niño de cinco años infló sus mejillas y negó con su cabeza. —No, me quedaré jugando con Jung-Kookie. —Comentó con emoción.

Seok-Jin, quien era el mayor, se encogió de hombros tomando la pelota de baloncesto entre sus manos. —Está bien, tú te lo pierdes.

Tae Hyung no le restó mucha importancia a las palabras de su hermano mayor y observó a su mejor amigo Jung-Kook quién le imitaba perfectamente inflando las mejillas y al mismo tiempo negaba dejando mover levemente sus cabellos. —¡Oye! ¿Por qué me copias? —Sonrió dándole un pequeño ladrillo al menor para que lo apilara junto a los demás: ya se habían cansado de correr así que ahora se dedicaban a juegos más tranquilos. —Lindo. —Sonrió tímidamente bajando la mirada hacia los bloques apilados.

—¿Lindo? —Ladeó su cabeza bastante confundido ya que su dialecto era bastante corto y al pequeño que tenía presente lo consideraba como su diccionario particular además de mejor amigo.

—Sí, Jung-Kookie, lindo... —Suspiró pensante. —Lindo significa que... eres bonito y guapo... le gustas a la gente porque eres bello, ¿entiendes? —El menor trató de procesar la información y asintió. —Bueno, para mí eres alguien bonito y muy tierno. —Soltó su bonita y característica sonrisa cuadrada dándole otro bloque a su amigo.

—Gracias. —Añadió muy concentrado sin darle mucha importancia a las palabras de su mejor amigo y continuó apilando los bloques. Tae Hyung algo molesto tiró la pila de bloques con una gran sonrisa y luego besó la mejilla de Jung-Kook corriendo colina abajo. —Atrápame si puedes Jeon Jung-Kook. —Gritó viendo como el pequeño quedaba un poco confundido pero con una gran sonrisa le continuaba el juego levantándose de su lugar al mismo tiempo que corría detrás de él.

Podían pasar eternidades juntos...

—Jung-Kookie, cariño, ¿te has divertido hoy con los Kim? —El menor asintió desde su asiento especial en la parte de atrás del coche. —¿Con quién jugaste? Cuéntame.

—¡Con TaeTae! —Chilló con una gran sonrisa al mismo tiempo que jugaba con su peluche de felpa favorito.

—Oh, ¿y qué jugaron?

—Corrimos, saltamos, apilamos bloques... —Murmuró algo consternado al mismo tiempo pensante.

—¿Qué sucede cariño? —La mujer por el retrovisor notó el ceño fruncido del menor con la mirada perdida en algún lado.

—¿Yo soy lindo y tierno omma?

—Claro que sí mi bebé, ¿por qué lo preguntas? —La mujer frenó en un semáforo que se encontraba en rojo y se giró observando cuidadosamente a su pequeño.

—TaeTae me dijo que era alguien bonito y tierno. —Murmuró con timidez al mismo tiempo que entrelazaba sus dedos entre sí. —Y luego me dio un beso.

La mujer elevó las cejas sorprendida y observó a su pequeño algo impactado. —¿Y-y dónde te besó cariño? —El menor señaló con su pequeño dedo índice su mejilla, la mujer suspiró algo aliviada y regresó su mirada al frente para notar que el semáforo se colocaba nuevamente en verde. —Es un gran amigo Tae Hyung, ¿verdad? —El pequeño sonrió. —Bien, vamos a casa que tu padre nos está esperando con algo delicioso para comer.

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⏰ Última actualización: May 05, 2020 ⏰

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