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Novena carta

De camino a la casa del padre de Adrien, todos en el auto nos imaginábamos cómo sería él en el futuro de "un mundo paralelo". Si tal cosa existiese y pudiésemos cambiar el pasado, entonces un Adrien de 24 años estaría en mi mundo. Eso fue lo que pensé.

***

Mayo 24

Este día comenzó una semana de ausencias de Adrien en la preparatoria. Le pregunté que había sucedido, pero no me respondió. Ahora que lo pienso, fue porque en esa fecha era el cumpleaños de su madre.

Ella falleció el día que iniciamos las clases. Lo supe después de que él muriera. 

Tal vez los problemas que tiene se deban a ella. Si yo pudiera preguntarle...

21 de Junio

Estuvo lloviendo a cántaros toda la mañana, pero mejoró en la tarde.

Adrien llegó completamente empapado al salón así que dejé que se secara con mi pañuelo. Desearía haber tenido una toalla conmigo.

Mi confianza en las cartas era distinta a la que tenía cuando todo empezó. Ese día, Adrien entró empapado al salón causando sorpresa y preocupación en todos, al parecer el auto que lo llevaba a la preparatoria se había averiado en el camino. Intentando no ser tan evidente le ofrecí la toalla que tenía guardada en la mochila.

—¿Cómo es que tienes algo así? Eres increíble— me preguntó mientras se secaba el cabello y reía —Marinette, ¿podemos salir un rato después de clases?

La idea me entusiasmó tanto que le dije al resto que deberíamos ir todos, pero Alya y Chloé me miraron para decirme que ya tenían planes, Nino tenía una cita con sus videojuegos y Luka dijo la misma excusa pero utilizando a su guitarra. 

Antes de los exámenes, ningún equipo de la preparatoria tiene clases. Eso permitió que luego de tanto tiempo, saliéramos los seis juntos.

Después de despedirnos, Adrien me preguntó si podíamos estudiar juntos el fin de semana.

¿Entonces por qué estamos solo nosotros dos? ¿Podrá ser que ya no estudiaremos juntos?

Adrien parecía bastante entusiasmado, me llamó la atención verlo tan relajado sin preocuparse del tiempo. De algún modo terminamos sobre el Estudio de TVi, y ambos estábamos emocionados al poder ver toda la ciudad desde ahí, mencionando los distintos lugares a los que queríamos ir.

—Marinette, cierras los ojos— dijo acercándose hacia mí.

Fui incapaz de reaccionar rápidamente y sólo pude preguntarle para qué quería que hiciera eso, pero siguió insistiendo sin darme respuesta hasta que terminé cediendo. Tras unos segundos sentí como algo acababa de rozar mi mano y cuando me lo permitió, abrí mis ojos y lo vi frente a mí apuntándome con la cámara de su celular.

—¿Me tomaste una foto...?— susurré anonada —¿¡Por qué!? ¡Bórrala!

Mi timidez estaba a punto de lograr que mi rostro explotara de vergüenza, pero me dejó ver la foto que me había tomado y en mi muñeca noté una pulsera que me había colocado. Me dijo que era un regalo por mi amabilidad hacia él, y mientras unas lágrimas amenazaban con escaparse de mis ojos, no podía dejar de mirar la pulsera. A penas pude controlar las expresiones de mi rostro para decirle gracias.

Me sorprendí tanto que casi lo asusté, así que expresó el nerviosismo y la vergüenza que acababa de tener. Por un momento creí que gracias a la situación económica de su podría podía ser normal dar regalos así, pero me aclaró que no tenía nada que ver.

—La verdad es que el día que dijiste que harías mis almuerzos, la secretaria de mi padre dijo que ella se encargaría de eso personalmente para cuidar mi alimentación y mi desempeño— me confesó mientras volvía a mirar la ciudad —Le dije que no era necesario, así que fui un poco egoísta contigo, lo siento.

Estaba bien, en ese momento no importaba lo que dijera, todo estaría bien. Realmente me gusta Adrien, mi felicidad y mi impaciencia me hacen sentir que estoy flotando en el cielo. 

—¿Te gustaría estudiar juntos este fin de semana?

El futuro estaba cambiando lentamente. Encerrada en mi habitación no podía dejar de pensar en lo linda que era la pulsera, ¿la habrá elegido él? Parece mucho más cara que cualquier de mis almuerzo, no me la quitaré de la muñeca por ningún motivo. Ni siquiera puedo creer que estudiaremos juntos.

Después de salir con Kagami durante un mes, parece que pronto terminarán.

Él te invita a estudiar pero aún así los resultados de tu examen son pésimos, ten cuidado.

La carta decía que salieron por un mes, sin embargo esta vez a penas fueron dos semanas. Lo que sucedió hoy también fue gracias a las advertencias de la carta, estoy agradecida con mi yo del futuro. Si yo recibí esto, ¿pudo ella también recibir un regalo de Adrien?

Ya que su padre parecía ser complicado, nuestro estudio de fin de semana debió ser en mi casa. Verlo en mi puerta un día sábado se sintió extrañamente agradable, aunque mis infinitos nervios de estar sólo nosotros dos posiblemente no se me quitarían con nada. Estaríamos en mi habitación y mis padres seguramente no se separarían de las escaleras.

Le entregué algunas notas que había tomado en clase y él las aceptó feliz y sonriente. Es difícil pensar, que a pesar de lo mucho que me gusta, no hay un Adrien años más tarde, ¿qué tan triste podrá haber estado mi yo del futuro...?

No quiero experimentar esos sentimientos. Quiero salvarlos, a Adrien y a mi futuro yo.