Primera carta

2.3K 248 75
                                    

Durante la primavera de mis quince años recibí una carta. Fue enviada a mi hogar, con mi nombre escrito, pero, ¿por qué fue enviada? ¿y quién la envió?

Al levantarme tuve una inmediata idea de lo que escribiría en mi diario hoy. 6 de Abril: Desperté temprano por primera vez. Los nervios de convivir con gente nueva este año no me dejaron conciliar el sueño. Aunque claro, algunos mis antiguos amigos también estarían allí y eso me aliviaba bastante.

Además, no era el acontecimiento más importante en mi diario, ya que hace pocos días había pasado de ser una chica normal a una heroína.

Sabía que mi preparatoria quedaba a sólo pasos de mi casa, por lo que perdí bastante tiempo dándome vueltas por aquí y por allá, hasta que algo tirado bajo la puerta llamó mi atención. No era nada menos que una carta, pero ésta tenía mi nombre encima.

—¿Para mí?— pregunté tomando el sobre con una mano, abriéndolo mientras aún buscaba gastar tiempo —Veamos...

Para la señorita Marinette Dupain-Cheng.

Mi yo del pasado, ¿cómo estás?

¿Sigues tan enamorada de Adrien como siempre? Aunque bueno, la respuesta a eso es obvia.

Te escribo desde diez años en el futuro.

En esta carta, escribiré lo que sucederá y cuándo sucederá, de esa manera...

Tú podrás decidir qué hacer. Sobretodo en ese fatídico día...

Leer eso definitivamente me dejó desconcertada. ¿Una carta escrita por mí misma diez años en el futuro? ¿Qué clase de novedosa broma era esa? De todas formas, no pude saber la respuesta de inmediato. Los ruidos y gritos fuera de la ciudad llevaron mi atención hasta la ventana, donde pude ver como un grupo de gente estaba siendo atacada por una akumatización. Y Ladybug no dudaría en ir a resolver la situación.

—Tikki...— dije abriendo el pequeño bolso que llevaba conmigo —¡Transfórmame!

Mientras me disponía a correr, volví a sacar la carta para mirar el final, donde creí encontrar el verdadero motivo de ésta. Pero al comenzar a leer, detuve mis movimientos en seco.

Hoy, el fiel Chat Noir apareció a tu lado, pero hay algo que le preocupa y yo no lo noté.

Él te pedirá perdón y dirá que tiene retirarse. 

Por favor deja que se vaya. 

Por esto, diez años en el futuro, Chat Noir ya no está con nosotros.

—¿My Lady?— escuché a mis espaldas, sobresaltándome —¿Sucede algo?

No le di respuesta, ya que me dediqué a examinar su rostro. Si a alguno de los dos les sucedía algo, era a él. Su mirada estaba totalmente decaída en comparación a los ojos que conocí por primera vez hace unos días atrás.

—No, n-no...— intenté responder aún afectada por lo que acaba de leer —Yo me encuentro perfectamente, ¿y tú...?

—La verdad, tenía algo muy importante que hacer antes de venir aquí...— me respondió lleno de incomodidad y un evidente nerviosismo —Lo siento... Creo que debería irme.

Por favor deja que se vaya.  

La carta decía que debía dejarlo ir, y lo haría. Su ausencia tal vez haría mi trabajo un poco más difícil y prologando, pero mi primer día de clases podía esperar. No me arriesgaría a perder a alguien.

Entonces, justo cuando de mi boca iba a salir un simple "sí", un gran peso cayó sobre mí y terminó dejándome aplastada junto a un edificio. Lo que me cubría era la palma del hombre akumatizado, un gigante, quien momentos después me tomó entre sus dedos.

No llevaba tanto tiempo de heroína. Tuve miedo, y con el dolor de mi alma le tuve que pedir perdón a mi yo futura..., no podría cumplir su petición.

—¡Chat Noir, ayúdame!— grité, viéndome atrapada.

Teniendo una rápida reacción, él acudió a ayudarme. Una vez que yo estuve libre comenzamos a luchar contra el akumatizado para finalmente purificar la mariposa que llevaba en su interior. Habíamos adquirido la costumbre de chocar los puños al terminar, pero esta vez, recibí un débil choque por su parte y luego me tocó ver su espalda, alejándose.

Divagué un rato en mis pensamientos, pero pronto recordé que las clases empezaban en un rato más y me dirigí a mi casa para recoger mi mochila.

Cuando llegué al salón, las clases habían comenzando hace apenas unos minutos. Al entrar, de inmediato mi amiga Alya quiso llamar mi atención, ya que había guardado un puesto para mí a su lado, igual que el año anterior. Durante aquel año, hice cinco amigos nuevos, Alya, Nino, Luka, Chloé y el estudiante de intercambio Adrien, los cuales este año seguían en mi mismo curso.

—¿Y Adrien?— le pregunté a mi amiga entre susurros.

—No sé— me respondió, mientras ambas mirábamos el puesto vacío frente a nosotras.

Esa fue la misma respuesta que recibí durante las próximas dos semanas, y la misma respuesta que me tuve que dar a mí sobre la ausencia de Chat Noir. Y me parecía sospechoso, sumamente sospechoso.

¿Acaso lo que no pude evitar aquel día... tiene algo que ver con esto?

Please Stay |MLB|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora