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Chaeyoung nos había dejado solos con la débil excusa de que debía ir al baño. Tal vez si no fuese mi hermana le hubiera creído, pero la conozco lo suficientemente bien cómo para saber que le encanta jugar a Cupido.

En vez de ver la película me concentré en Jackson, desde los últimos dos minutos estaba tratando de deslizar su mano para agarrar la mía.

-¿Qué diablos crees que haces?

-Ehhh...yo...¿Tengo las manos frías?-titubeó el chino.

Debido a la película en pantalla la luz era escasa, pero eso no me impidió ver cómo una gota de sudor caía por la frentende Jackson.

-Si quieres puedes darme la mano.-dije para que dejase de molestarme-Pero sólo porque mis manos también están frías y no tengo bolsillos.

Jackson me miró sorprendido y tomó mi mano delicadamente, cómo si le diese miedo tocarme. En ese momento, yo había comenzado a respirar entrecortadamente debido a cómo me acariciaba con su pulgar.

Había dejado de prestar atención a la película y sólo pensaba en él ¿Qué estaría pasando por su cabeza? ¿Tendría un corazón tan amable como el de Newt Scamander? Luego de este encuentro ¿Cambiarían las cosas entre nosotros?

Y finalmente me dí cuenta:

Había caído en sus redes. Jackson Wang comenzaba a gustarme.

Deshice el agarre bruscamente y escondí mis manos.

No estaba dispuesto a dejarle saber y no quería que jugaran otra vez con mi corazón. No permitiría que otro chino me manejase mis sentimientos a su antojo. Además, me había gustado durante mi primer año de universidad y el actuó como si fuese invisible.

Lo miré a los ojos dispuesto a hacerle saber su posición, pero para mi sorpresa, él miraba detrás de mí con una mueca de preocupación

-Chaeyoung ¿estás bien?-vociferó mientras se acercaba a mi asiento para verle mejor.

Me había sumergido tanto en mis pensamientos que no me había percatado de que mi hermana ya había vuelto del "baño".

Me volteé para verla y tenía tanto los ojos, como las mejillas coloradas.

Negó suavemente en respuesta a Jackson. Él la abrazó y se paró para irse de la sala.

Me levanté de mi asiento, dispuesto a seguirlos y pude ver cómo se echaba a llorar con su cara en el pecho del chino.

Desearía ser yo.



Conquistando a Jinyoung; JinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora