⩇⩇. ૮ open my eyes ✶ᅠyeonkaiᅠキ 💀 % ›

Dieciséis

El pelinegro se movía tristemente arrastrando lo pies, no sabía que había hecho mal.
Pero tampoco esperaba que algo en su vida saliera bien, si ni siquiera sus padres lo habían querido, ni aceptado que esperaba de alguien que a penas lo conocía. Sabía que parte de la culpa la tenía él, se había emocionado tanto de que al fin alguien le pusiera atención y le mostrara un poco de cariño que se dejó llevar.

Claro que él no era estúpido, tampoco se venía creyendo todo lo que le había dicho, había algo que para él no encajaba y aunque lo destruyese él iba a averiguar que era aunque si resultaba todo cierto, lo único que podía hacer era seguir.

Salió de sus pensamientos que ya le habían costado un par de lágrimas cuando llego a la sección de alimentos donde tomó todo lo dulce que vio tirándolo en la carreta.

-Wow, creo que te gusta lo dulce- Se secó las lágrimas mientras volteaba a ver a Soobin. Soobin igual pudo observar los ojos rojos del pelinegro y borró su sonrisa.

-¿Que sucedió?- HueningKai solo aceptó el abrazo que le ofreció su amigo.

-Yeonjun terminó conmigo... En fin, si, si me gusta lo dulce- Cambió de tema rápidamente al sentir sus ojos arder, no iba a llorar enfrente de Soobin por eso.

Soobin por su parte se entristeció un poco de que su amigo hubiese dejado así como así a HueningKai aunque no pudo evitar alegrarse y notar que si estaba esperando una oportunidad, era esta. Acompañó a HueningKai durante sus compras e incluso pagó por ellas.

-Te acompaño hasta tu casa- Al pelinegro le confundían las acciones de Soobin parecía como si le... gustara. HueningKai lo invitó a pasar a lo que Soobin aceptó rápidamente.

-¿Por qué no miramos una película?- Hueningkai aceptó sin siquiera saber las dobles intenciones de Soobin.

La película comenzó y ellos estaban sentados a la par, al pelinegro le fue ganando un poco el sueño haciendo que comenzara a cabecear un poco mientras se le cerraban los ojos. Sintió como era rodeado por los brazos de Soobin, no era algo tan desagradable para HueningKai y menos aún cuando tenía sueño.

-Hyuka- El nombrado levantó un poco la cabeza al escuchar su nombre. -Lamento lo de Yeonjun pero...- Puso su mano encima de la del pelinegro -Sabes que siempre me tendrás a mi- Se fue acercando hasta quedar cara a cara. HueningKai se levantó rápidamente mientras le daba un empujón.

-Ugh... Solo es un beso Hyuka- El pelinegro se tornó furioso al escuchar eso, no estaba de humor para aguantar a Yeonjun tratando de besarlo.

-Vete- Le señaló la puerta con la expresión seria mientras apretaba los labios. Tenía en cuenta que si el alfa se lo proponía él no iba a quedar muy bien en la situación pero para su tranquilidad Soobin tomó sus cosas y salió azotando la puerta.

HueningKai suspiró sintiéndose mareado, el peor día que se pudiera imaginar había sucedido, y ahora todo sería como antes... Suspiró mientras comenzaba a quedarse dormido, necesitaba un descanso.

✿ฺ

El pelinegro desayunaba lenta y tristemente cuando su móvil sonó, sonrió emocionado.

-Hola mamá- Intentó no sentirse nervioso, tal vez este año si se acordaría.

-¿Qué tal todo?- Parecía una conversación muy normal para su gusto.

-Pues... Bien, ya sabes- Su madre suspiró cansada y se escuchó un gruñido de molestia.

-Ok, bye- Su sonrisa cayó en picada al escuchar la despedida cortante, este año tampoco se había acordado.

Salió caminando lento, tenía miedo de que encontraría al llegar, ahora no sabría con que se enfrentaría.

HueningKai observó desde lejos como Yeonjun se besaba con la rubia, la misma que le había empuñado su lapicero hace unos pocos días, su corazón tronó fuerte, tal vez después de todo ella era su omega.

Bajó la mirada y caminó hacía su casillero donde una bomba de pintura cayó encima de él haciendo que todo el mundo estallara en risas, se volteó encontrándose la mirada orgullosa de la rubia. Después de eso apenas si tuvo tiempo para cambiarse apresurándose a la siguiente clase.

Si no recibía un golpe hoy, eso significaría que después de todo sería su mejor cumpleaños en la vida.

Saliendo de clases quedó estático al sentir un aroma fuerte pero dulce llegar a él, después de todo era su cumpleaños y se supone encontraría a su alfa.

Volteó observando como Yeonjun y la rubia se besaban de nuevo pero sabía que el aroma provenía de allí, así que dio un salto de alegría. Esperó a que terminaran y se acercó tratando de tomar una oportunidad de hablarle a Yeonjun.

-Em...- Inhaló fuerte -Yeonjun - El susodicho volteó con el ceño fruncido dándole una mirada furibunda.

-Creía haberte dejado claro que solo estuve contigo por lástima- Hueningkai se tragó todo lo que iba a decirle, con todo y lágrimas. Se volteó dignamente caminando hasta llegar a su hogar.

Sacó todo lo dulce mirándolo tristemente, mañana tendría que ir con sus padres y ni siquiera por eso se acordarían, y para colmo sus ropas estaban arruinadas por la pintura.

-Bueno... Feliz cumpleaños a mi.