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Catorce

HueningKai estaba muy feliz, nunca había tenido nada parecido en su vida. Ni un amigo que lo cuidara o quien pudiera contarle sus historias, ni una pareja con quien compartir y por mucho que le doliera admitir nunca había tenido una familia en quien apoyarse o que lo quisieran.

A pesar de eso, quería compartirlo con ellos , porque después de Yeonjun, era lo único que tenía.

-¿Crees que pueda presentarte a mi familia?- Yeonjun lo volteó a ver confundido.

-Pero...- Yeonjun intentó hablar pero HueningKai lo interrumpió.

-Lo sé- Asintió suavemente recostándose en el hombro de Yeonjun -Solo quisiera que conocieran algo de mi vida... tal vez algún día me acepten- Yeonjun torció un poco el rostro sabiendo que eso no iba a pasar, pero aún así se quedó callado.

El realmente no podía imaginar una vida donde nadie lo apoyara porque él siempre había tenido a mucha gente a su alrededor.

El cielo comenzó a oscurecer pero no por eso se levantaron de donde estaban y el frío comenzó a colarse por su piel.

-Ten, mantente abrigado- Yeonjun se quitó su chaqueta dándosela a su novio. "Novio, que bien suena" pensó sonriendo en cuanto HueningKai se acurrucó más a él mirando al cielo.

Yeonjun despertó sintiéndose desorientado viendo toda la maleza y árboles. Miró hacía abajo buscando a HueningKai, y allí estaba.

Su lobo aulló al sentir otra presencia cerca, eso lo había despertado. Escuchó como las ramas tronaban a lo lejos pero sabía que quien fuera que fuese los encontraría.

-Kai, despierta- Lo zarandeó fuerte. El pelinegro despertó asustado pero sin sus lentes, intentó buscarlos pero Yeonjun lo levantó bruscamente.

-Yeonjun ¡mis lentes!

-No hay tiempo, tenemos que irnos- Yeonjun comenzó a caminar pero HueningKai no podía seguirle el paso, a penas si podía ver algo aunque también escuchaba las pisadas que los perseguían logrando que se pusiera nervioso.

-Yeonjun- Su voz sonaba asustada, pero no recibió respuesta. Siguió corriendo con su corazón latiendo a mil por hora y tropezando por doquier. Tenía un par de rasguños pero eso no impedía que siguiera corriendo -Yeonjun- Volvió a repetir más bajo sabiendo que quien lo estaba persiguiendo estaba cerca.

-Kai- Escuchó un susurró -ven aquí- Al pelinegro se le llenaron los ojos de lágrimas por la impotencia y el miedo.

-Es que, no puedo ver- Tocó el tronco de un árbol grueso y se escondió detrás de él tratando de normalizar sus latidos y sus lagrimas.

Yeonjun se frustró al saber que no podría ayudarlo sin que fuese detectado, claro, en el caso que encontraran a Kai él saldría. Yeonjun observó como alguien, no pudo ver su rostro, se recargaba en el árbol donde estaba Kai y con horror observó como el pelinegro iba a intentar huir en ese momento.

Antes que pudiera detenerlo él ya había salido corriendo siendo perseguido tras los talones por el extraño. HueningKai sintió como su antebrazo fue sujetado fuertemente impidiéndole el paso pero al no saber si Yeonjun estaba cerca de él o no, su cuerpo actuó solo, sorprendiéndolo a él y a Yeonjun que miraba desde la maleza y al extraño.

El extraño maldijo por lo bajo, no le habían mencionado que el mocoso podría haber reaccionado así. Y Yeonjun simplemente observaba impresionado al lobo no tan grande de color café tierra que parecía asustado.

HueningKai estaba desorientado, nunca se había transformado y a penas podía mantener equilibrio, el extraño pareció notar eso y se acercó rápidamente hasta tomarlo del cuello.
Comenzaron a forcejear y el extraño apretaba peligrosamente el cuello de HueningKai haciendo que el lobo de pelaje tierra comenzara a lloriquear transformándose de nuevo en humano.

El extraño levantó la mano para propinar el primer golpe pero el lobo grande de pelaje negro se le lanzó encima. El extraño se convirtió en lobo también, nada le impedía lastimarlo.
Finalmente Yeonjun lanzó al extraño hacía el piso dejándolo inconsciente, en forma humana se movió hasta HueningKai.

-Soy yo, Yeonjun, tenemos que irnos- Lo tomó de la mano y comenzaron a correr hasta llegar a la casa de HueningKai.

Se recostaron en el sofá quedando en silencio.

-No sabía como era tu lobo.

-Yo tampoco lo sabía- Agregó HueningKai aún impactado por su transformación.

-Bien... ¿Ahora quieres comer algo?- Preguntó HueningKai haciendo una mueca al ver sus estantes algo vacíos o al menos eso creía.

-Si, claro.

-Bueno- Carraspeó -Quieres un pan de pasas con... ¿Uhm mayonesa?- Yeonjun hizo un sonido de asco al oír eso y el pelinegro rió un poco.

-Comienzo a pensar que quieres matarme.

-Mejor acompáñame a comprar comida de verdad.

La ventana hizo un gran estruendo cuando una roca impactó contra ella rompiéndola. Los dos corrieron a la sala, definitivamente era el extraño del bosque, aunque ninguno sabía que es lo quería, parecía ensañado con ellos. Se acercaron lentamente a la roca pero no tenía nada escrito en ella.

El timbre de la casa sonó dándole un aire tétrico a la habitación.

-Quédate aquí, iré a ver quien es.

-No, vamos los dos- Atacó HueningKai de vuelta, creía que esto tenía mas cosas que ver con él que con Yeonjun.

Finalmente Yeonjun lo convenció de quedarse donde estaba, se acercó lentamente hacia la puerta viendo como el picaporte se movía de una lado al otro.

Suspiró tomando valor y abrió la puerta de golpe robándose un suspiró de ambos.