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Capitulo 6: "Pobre novato" parte 2

"Lo que tú callas, me lo gritan tus ojos"

Noah

— Esto tiene que ser una puta broma.— Fueron las palabras que inmediatamente salieron de su boca al vernos parados frente a su puerta con el chico; sin camisa y ensangrentado.

Su amigo o lo que quiera que fuera de ella, se había debilitado a causa de la espera. En este momento estoy empezando a creer que hubiera sido mejor llevarlo al hospital, aunque en el coche, el no lucia tan mal como ahora.

Se hace a un lado de la puerta para dejarnos entrar con el chico. Su rostro se tornó pálido y se podía ver el miedo y angustia reflejados en el. Era algo inexplicable, pero vi como la mirada de esa chica se volvió completamente transparente al ver a el chico en aquella situación. Podías sentir lo que ella sentía solo con mirarla a los ojos, como si fuese capaz de transferirte en un segundo toda su preocupación.

Caminó deprisa hacia lo que parecía ser un pequeño salón. Nosotros con el chico en brazos solo nos limitamos a seguirla rápidamente, sin decir palabra alguna.

— Pueden colocarlo aquí, voy por el botiquín de primeros auxilios. — Dijo rápido señalando a uno de los sillones. Vemos como corre a toda prisa hacia una puerta, entra para después cerrarla. Corrió tan rápido que me sorprende que no se le cayera la toalla.

— Buen momento para encerrarse ¿no? — Dice Marcus irónico mientras rasca su cabeza.

Yo solo miraba al pobre novato. Me daba pena que estuviera en esta situación. No suelo tenerle lástima a nadie y mucho menos a mis chicos pues ellos saben muy bien en qué se están metiendo cuando deciden trabajar para mi y los riesgos que corren. Nadie los obliga, ellos mismos lo deciden. Pero esta ves el caso era diferente. Sabia que era un novato y aun así le hice cubrir mis espaldas.

Salgo de mis pensamientos al ver que la chica ya a salido. Venía hacia nosotros con el botiquín en manos. La toalla de hace un rato, ya no estaba, ahora en su lugar se encontraba un batín corto de seda rojo. No pude evitar mirarla de reojo. El rojo encajaba a la perfección con esa tonalidad de piel cálida y bien bronceada. Había soltado su castaña cabellera. Su rostro ya no transmitía miedo y angustia. Habían desaparecido por completo.

Estaba tan concentrado "escaneándola" que no me fije en que momento llegó junto a mi.

—Que ha pasado— Preguntó ya más calmada, Mientras sacaba unas tijeras.

— Le han disparado— Dijo Marcus. Ella solo se limitó a asentir. Esperaba que nos empezara a gritar como loca o a llenarnos de preguntas como ¿Cuando? ¿Donde? ¿Por qué?, primero por habernos burlado de ella y luego por haber traído a su ¿novio? ¿Amigo? ¿Hermano? O lo que fuera en estas condiciones, Pero en lugar a eso solo se escuchó un profundo silencio. Nada salió de su boca. Supongo que estaba más concentrada en ayudar al chico, que en cualquier otra tontada.

— ¿Solo una vez?— Fue lo único que dijo. No nos miró. Veo como comienza a cortar los vaqueros del chico con mucho cuidado y muy despacio, justo por donde había pasado la bala antes, dándonos así una mejor vista de la herida. Saca una pequeña botella que tiene plasmado en ella "antiséptico de limpieza". Luego se coloca unos guantes de plástico.

— Solo una vez— Dije serio. Mirándola pero ella ni siquiera se molesto en mirarme. Más bien un "Ignorado completamente" fue lo que recibí de su parte.

—Te irritara un poco— Dice al chico, el solo asiente. Ella, Suavemente comienza a limpiar y desinfectar la herida. Una vez limpia la herida se retira los guantes y se coloca unos nuevos. Con las pinzas comienza a extraer la bala de la pierna con mucha cautela. Nosotros solo la observamos. Es impresionante con la delicadeza que realiza todo, lo concentrada esta, es como si hiciera esto a diario. Se ve que sabe muy bien lo que está haciendo.