Conociéndote ©

Capitulo 7: Por primera vez

"Me rompiste el corazón y los pedazos aún te aman"

Maddison

Al abrir la puerta lo ultimo que esperaba era ver a Ryle con esos dos, trayéndolo en brazos a rastras.

Los ignore completamente. Me tenía que enfocar tan solo en ayudar a Ryle lo más pronto posible. Mi corazón palpitaba a toda velocidad y mi mente solo pensaba lo peor pero no me podía detener a pensar en eso ahora.

Si, me quería quebrar y comenzar a llorar en ese preciso momento. Era la reacción que mi cuerpo me pedía. Sería lo más normal. Solo pensaba en ¿Que si no logro ayudarlo? ¿Que si hago algo mal y solo empeoro todo?. El solo verlo así, hacia que mi mundo se me viniera abajo.

Pero por más angustiada que estuviera ante esta situación, si de algo estaba segura era de que no me derrumbaría en este instante y estaba rotundamente prohibido mostrar decaimiento ante ese par de idiotas. Una de las personas que más amaba, dependía completamente de mi, justo ahora. Pero ¿seré capaz?

— "Mostrar debilidad es solo demostrar que eres incapaz hacerlo. No te cuestiones, ¡Hazlo!"— Las palabras despiadadas que mi padre solía decirme cuando tan solo era una niña, resonaban en mis oídos. Era su forma de "Animarme" a hacer las cosas. Me dolía, aunque con el paso del tiempo, me hacían más fuerte. En parte se lo agradezco, el no quería que yo fuese "débil" y lo logró. Ahora soy la mejor versión de mi cuando estoy bajo presión.

Mostrarles debilidad e incapacidad, solo quería decir una cosa, ellos tendrían que hacerse responsables de el y por nada en el  mundo volvería a dejar a Ryle en manos de esos incompetentes. Decidí esconder mis emociones y tomar acción de una buena vez.

El echo de estar en toallas, hacia que ellos no despegaran su mirada de mi y eso me incomodaba bastante. Deje que acomodaran a Ryle mientras yo iba en busca de el botiquín y de algo que me cubriera más. Siempre tengo batines en el cuarto de baño así que opté por ponerme el primero que vi, era mejor eso que seguir en toallas, pensé, gran error. Solo hizo que me miraran el doble.

Tenía ganas inmensas de decirles algo por observarme de esa manera y tan descaradamente en lugar de hacer algo útil. Pero cada segundo que perdía pensando en ellos o lo que ellos hicieran, era un segundo menos que tenía para ayudar a Ryle. Estaba dispuesta a tomar acción.

Agradecí el haber recibido la mejor educación con los mejores tutores del país. Mi padre lo hacía solamente para mantener entretenía en algo, gastar dinero y hacerles saber a todos que yo siempre obtenía lo mejor.

Sin importar cual hubiera sido el motivo, estoy completamente agradecida. Ellos me enseñaron todo a la perfección. La gran mayoría de cosas que se en la vida se las debo a ellos. Me enseñaron cada detalle, cada movimiento y cada técnica para realizar cualquier cosa perfectamente. Los mejores consejos los obtuve de mis tutores.

— El detalle siempre estará en la concentración. Enfócate solamente en el objetivo Maddison— Era lo que solía decirme mi entrenador. Siempre que debía concentrarme, me acordaba de sus palabras. Las guardaba en mi memoria como una especie de amuleto sagrado, hacían que me enfocara en lo que quiera lograr obtener. Me salía a la perfección.

Realice todo con capacidad, concertación y profesionalismo. Al terminar, Sentí como me llenaba de tranquilidad. Pude respirar paz sabiendo que ya todo estaría bien.

— Padre, en donde sea que te encuentres en este momento, espero te sientas muy orgulloso. No malgastaste tu dinero en vano— Dije para mis adentros.

Terminar significaba que ellos ya se podían marchar de mi casa, no soportaba tenerlos cerca un segundo más. La verdad no se para que se quedaron, pues no habían ayudado en nada. Solo me estorbaban. Así que echarlos fue más que un alivio para mi. Una vez cerré la puerta con ellos fuera, pude descansar. Solo esperaba no tener que volver a ver a ese par otra vez en lo que me quedase de vida.